Suárez celebra su triunfo ante Gavrilova en octavos de Australia
Suárez celebra su triunfo ante Gavrilova en octavos de Australia - AFP
Abierto de Australia

Carla Suárez, motivos para creer

La española se mide en los cuartos de final de Australia a Radwanska y sueña con llegar por primera vez a las semifinales de un grande

Madrid Actualizado: Guardar
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Llegados a este punto, Carla Suárez pide más, a las puertas de una oportunidad inmejorable para acceder por primera a las semifinales de un Grand Slam. De momento, y gracias a un ejercicio de fe, está en los cuartos del Abierto de Australia después de remontar ante Daria Gavrilova, eufórica la española porque el triunfo llegó después de recibir un contundente 6-0 en el set inicial. Suárez reaccionó (6-3 y 6-2) y está entre las ocho supervivientes que se adentran en la segunda semana del torneo de Melbourne, expuesta ahora a una exigente batalla ante Agnieszka Radwanska. Suárez, que tuvo un problema en la rodilla derecha, no se conforma.

Después de un 2015 extraño, ofuscada en el segundo tramo del curso después de abrir las puertas de la élite con las finales de Miami, Amberes y Roma (torneos Premier, sinónimo de pata negra), Suárez crece en el calor de las antípodas, reforzada mentalmente y capaz de subir un ochomil después de ser barrida en un prólogo de apenas 25 minutos.

«Creo que en el primer set empecé demasiado relajada y poco enchufada. Me costó caro jugando ante una tenista local y con el público en contra no es fácil. Simplemente me quedo confiar, creer en la victoria. Sabia que aún quedaba tiempo y que el partido podía ser largo y así fue».

Efectivamente, es más de maratón que de esprín, más de masticar el punto que de resolver a base de palazos. En ese sentido, Carla Suárez, once del mundo, mantiene esa idea romántica del tenis que choca frontalmente con los bombardeos del este de ahora. Y, además, sabe sufrir.

Nunca en semifinales

Australia le ofrece una nueva oportunidad para superar su límite, hasta ahora siempre a un paso de llegar a las semifinales de un major. «Me gustaría dar un paso más, no quedarme en cuartos», responde, una obviedad que invita a pensar en que llegar hasta aquí no le basta. Radwanska, seguramente la tenista más inteligente del circuito, una muñeca de seda que lleva una trayectoria magnífica y maestra de maestras en 2015, es una roca y el último precedente (Miami, el año pasado) invita a ser optimista, pues Suárez se impuso en tres sets.

«Es una jugadora con mucha experiencia, con un estilo de juego diferente, con mucha lucha. Es una tenista muy tranquila que sabe competir en cualquier circunstancia», resume la canaria. «Terminó el año pasado jugando muy bien e incluso ganando el Masters. Ha empezado ganando el primer torneo del año en 2016. Intentaremos cortarle esa racha siempre sabiendo que es un partido muy duro, todas las veces que me he enfrentado a ella han sido partidos peleados, a tres sets». Se avecina una batalla de las largas.

Como todas las de Roberto Bautista, eliminado por Tomas Berdych pese a forzar el quinto parcial (4-6, 6-4, 6-3, 1-6 y 6-3). Melbourne perfila a sus candidatos y entre ellos está Djokovic, que las pasó canutas para tumbar a Gilles Simon (6-3, 6-7(1), 6-4, 4-6 y 6-3). Federer y Nishikori también están cuartos y hoy puede sumarse David Ferrer, que se cruza con John Isner.

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