Josué Brachi
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Josué Brachi: «Me iría contento siendo campeón olímpico»

El deportista sevillano forma parte del equipo olímpico de Halterofilia con la mente puesta en hacer el mejor papel posible en sus primeros Juegos Olímpicos

SEVILLA Actualizado: Guardar
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- Nos recibe en el gimnasio de Halterofilia del IMD San Pablo, su lugar de entrenamiento. Sevillano de 23 años. Campeón de Europa sub-23 y absoluto en 2015 en su categoría, menos de 56 kg, repitió título en abril de 2016.

- ¿Cómo llegó a dedicarse a la Halterofilia?

- Fue por mi padre que hacía halterofilia, y me dijo que lo probase. Al principio le dije que no «como me iba a gustar esto» y al final lo acabé probando porque los padres cuando quieren algo son muy pesados. Es un deporte que engancha desde el principio y hasta el día de hoy.

- Muchos deportistas se ven obligados a moverse de ciudad para avanzar y progresar en sus carreras, ¿ha sido fácil hacerse con un sitio en la élite de la Halterofilia desde Sevilla?

- No, creo que he tenido mucha suerte en ese aspecto. Estuve un año en Madrid en la residencia Joaquín Blume y no me vino bien. Volví a Sevilla porque me di cuenta que estaba mejor y trabajaba mejor en mi ciudad, rodeado de mi familia y con mis entrenadores de siempre. Aquí estoy mucho mejor mentalmente y físicamente y se ve que el cambio ha dado resultado.

- ¿Quienes han sido sus referentes deportivos?

- Mi referente deportivo siempre ha sido Halil Mutlu, dos veces campeón olímpico. Pesando 54 kilos levantó 170 kilos.

- En 2014 sufrió una lesión de hombro ¿Considera que este fue el peor momento de su carrera? ¿Cómo lo superó?

- Sí, por ahora sí y espero que sea el únicos. Fue mi peor momento porque estaba fuera de mi casa, estaba en Madrid, lesionado, mentalmente estaba muy mal. Fui infiltrado al Europeo y al Mundial. Estaba lejos de mi familia, lesionado, encerrado, porque en la residencia Joaquín Blume es un Centro de Alto Rendimiento donde estás la 24 horas del día los 365 días del año pensando siempre en lo mismo y lo pasé bastante mal. Estuve seis meses lesionado, en cuanto terminé el contrato me vine y no se si sería por el aire de Sevilla o algo que a las dos semanas estaba totalmente recuperado.

- ¿Cómo lo superaste?

- Gracias a mucha gente a mi alrededor, sobre todo mis entrenadores, mi fisio y el psicólogo fueron mis grandes apoyos, además de mi familia que estaba allí día a día que me animaban y me decían que siguiera adelante. Y después de dos años renqueando, vuelvo a estar arriba

- ¿Eres ambicioso?

- No me iría contento sólo yendo a las olimpiadas, me iría contento siendo campeón olímpico. Soy bastante ambicioso y la verdad es que no aspiro a menos.

- ¿Cuál es su rutina de entrenamiento?

- Cuatro horas por la mañana y otras 4 por la tarde. Empiezo con calentamiento estándar, después uno específico, tardo una media hora en calentar bien. Después empezamos a hacer movimientos de halterofilia después hago lo que yo llamo machaque, pectorales, dorsales, abdominales. Luego media hora de estiramiento y después hielo para la recuperación. Y por la tarde pues otra vez lo mismo.

- ¿Tiene algún ritual o amuleto de la suerte?

- No tengo ni amuleto ni ritual. Lo que si hago cuando acabo un campeonato es algo parecido a santiguarse, pero no me santiguo, pero no te puedo decir lo que significa, es personal y no se lo digo a nadie, ni a mi familia.

- ¿Qué es lo que menos le gusta de la vida del deportista?

- No sé. Siempre he tenido esta vida, no conozco otra vida. Si puedo echar de menos el comer. No estar tan pendiente siempre de lo que comes, lo que bebes. Si estás malo tienes que estar pendiente de lo que tomas que no vaya a dar positivo, tienes que pedir un permiso especial.

- ¿Es aficionado a algún otro deporte?

- Sí. Me gustan muchos deportes, casi todos. Antes de dedicarme a esto practicaba kárate, natación, fútbol pero me gusta más este deporte.

- ¿Si no hubiese sido deportista que habría sido?

- Uff. No lo sé. A día de hoy no se lo que quiero ser el día de mañana. He estudiado enfermería porque me lo propusieron y dije pues eso mismo. Porque me gusta todo, lo único que tengo claro es que el día de mañana seré aprendiz de todo y maestro de nada.

- ¿Pudiste estudiar con tantas horas de entrenamiento?

- Por suerte encontré algo a distancia, porque Andalucía es la peor comunidad para estudiar siendo deportista, otras comunidades te ponen profesores o tienen colegios especiales, pero en Andalucía te tienes que buscar las papas. Estudiaba antes de entrenar por las mañanas, después de comer, después de entrenar volvía a estudiar y ya me acostaba.

A un alto rendimiento casi no puedes estudiar, y cuando dejas el deporte no tienes las mismas posibilidades que el que no ha sido deportista de élite, porque mientras tú has estado entrenando, los otros han estado estudiando y formándose o trabajando. Tú no tienes esa experiencia laboral, ni esos estudios o amistades de las que tirar cuando te quedas sin trabajo y cuando terminas en esto te quedas con un papel en blanco.

Yo no pido dinero sino que te den un trabajo. En Italia por ejemplo, cualquier deportistas es policía, bombero, militar, eso no pasa aquí. Dan un dinero que da para vivir mientras te dedicas al deporte pero una vez que te retiras no tienes nada.

- ¿Cómo espera que sea la experiencia en Río 16 más allá del ámbito deportivo?

- Son mis primeros Juegos Olímpicos, no sé qué esperar de aquello. Me han dicho que es increíble. Estoy deseando poder vivir esa experiencia.

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