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Lucas y Asensio, la clave de esta Champions
La ida de semifinales contra el Bayern se decidió por la entrada de Asensio en el descanso. Aportó más que Isco por la izquierda y marcó el 1-2. Lucas ya estaba en el equipo y acrecentó su aportación en la segunda parte. Participó en el gol y después se colocó en el lugar de Carvajal, lesionado. No solo improvisaba su desempeño como lateral, también se enfrentaba a Ribery, el mejor del Bayern y, a esas alturas del partido, su último argumento. Lucas no solo cumplió con eso, además transmitió, junto con Ramos, un sentido de «agonismo» que marcó los minutos finales del Madrid.
Zidane había reaccionado y el Madrid terminó con Lucas-Asensio en cada banda, un cambio que ha sido la gran pauta del Madrid en esta Champions.
Así ocurrió en el peor momento de la eliminatoria contra la Juventus. En el descanso del partido de vuelta en el Bernabéu reaccionó con esos dos cambios y su efecto reequilibró un partido completamente descontrolado para el Madrid.
También en octavos fue definitivo. La eliminatoria se decidió en la Ida, e igualmente fueron determinantes los dos cambios. El Madrid iba 1-1 y el PSG dominaba. Transcribo lo que ocurrió entonces: «Casi desahuciado, Zidane reaccionó con Lucas y Asensio. El Madrid iba a tener diez minutos de velocidad. Ellos habían sido los mejores ante la Real y, efectivamente, cambiaron el equipo. Una jugada de Asensio acabó en remate inverosímil de Cristiano. No sería lo último de Asensio: le dio un pase excelente a Marcelo para el 3-1».
Así que la pareja Lucas-Asensio revolucionó al equipo en los tres momentos determinantes en octavos, cuartos y semifinales.
Si en la Undécima (Milán) fue fundamental la decisión de introducir a Casemiro en el once, y en la Duodécima (Cardiff) fue que Isco entrara en el 4-4-2, la Champions actual está siendo la de la pareja.
Las tres ediciones se recordarán por los goles de Cristiano, pero en las tres ha habido una evolución de Zidane desde una idea previa hasta una realidad distinta. El equipo se ha transformado durante la competición, de modo que también cabe ver la Copa de Europa como un lugar de «crecimiento» (el Madrid se encuentra a sí mismo en Europa en más de un sentido). Con estos cambios, Zidane ha ido abriendo el Madrid a la tan reclamada «meritocracia». Si este año está cerca de la final de Kiev es por Lucas y Asensio.
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