Marc Márquez, tras la entrevista con ABC
Marc Márquez, tras la entrevista con ABC - REPSOLMEDIA
MotoGP | Entrevista

Márquez: «El Marc de 2015 tiene que volver, es como me divierto»

El piloto español lidera el Mundial con 24 puntos sobre Jorge Lorenzo tras una caótica carrera en Assen después de «correr con cabeza» y asegurar la segunda posición

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Como todos, Marc Márquez asume como puede la tragedia de Luis Salom. Más consciente el paddock de que hay que revisar la seguridad en los circuitos, y de que en la pista debe quedarse la rivalidad sana y no la vida. También sufrió el fallecimiento de un familiar, y nada mejor que regresar al Mundial para dedicarles más triunfos. Sin acabar de encontrar la perfección en su máquina, lidera el Mundial de MotoGP después de encontrar en este 2016 la paciencia para asegurar los puntos, como en Assen, aunque sin perder de vista aquel Marc al que le divierte el riesgo del todo por el todo.

-Su apretón de manos con Rossi, ¿hace que se cierre ya un capítulo?

-Lo dije en Valencia, mi mano estaba ahí para firmar un poco la paz y normalizar el ambiente.

Todos somos rivales, damos el cien por cien y vamos a ganar al otro, pero somos pilotos, personas, y un mínimo de relación profesional es importante. En Montmeló se dio este paso. Quizá no nos vayamos a tomar un refresco juntos, pero al menos hay una relación cordial.

-¿También servirá para que los aficionados se den cuenta de lo que se juegan en la pista?

-Aficionados hay de todo tipo. Creo que el verdadero aficionado de la moto es el que va al circuito, con la camiseta de uno o de otro, pero que, gane quien gane, lo aplaude y lo felicita. Porque se lo ha pasado bien, porque los pilotos han hecho una gran carrera y se han jugado la vida en pista. Es el que admira las motos y el deporte.

-¿Valora más sus dos coronas de MotoGP y sus triunfos tras una tragedia como la de Luis Salom?

-Al final, todos somos conscientes del riesgo que tomamos cada vez que salimos a pista, pero casi nadie quiere hablar, casi nadie lo quiere ver. Cuando pasan estas cosas, te das cuenta, pero no queda otra que pasar página. Y sobre todo disfrutar más de cada momento que estás en pista y de cada título, porque al final no sabes lo que va pasar el día de mañana.

-Usted ya aseguró su futuro con Honda dos cursos más, ¿era algo que le quitaba tiempo de pensar en las carreras en sí?

-Quería que todo fuese perfecto para que no hubiese malentendidos. Lo acordamos así, trabajar bien el contrato para que los dos años estuvieran claritos. Con equipo intacto, a no ser que un mecánico diga «me voy». Pero no era algo que tuviese en la cabeza todo el rato. Sí es diferente cuando hay otras opciones, porque tienes que pensar en cómo irá la moto, pero yo tenía muy claro que mi equipo era este. Aunque para mi gusto, los contratos deberían firmarse más tarde. Yo me quedo, pero hay otros pilotos que van a convivir un año con unos mecánicos que saben que ya no continuarán, que no seguirán con el mismo piloto. Tiene que ser complicado.

-La diferencia es que está pronta la marcha de Shuhei Nakamoto, jefe máximo de HRC.

-Ahí no podemos hacer nada porque es la jubilación. Es el hombre que me fichó para dar el salto a MotoGP y el que me dio la oportunidad de ir directo a un equipo de fábrica y siempre le estaré agradecido. Me gusta que a pesar de ser japonés tenga una filosofía europea: tiene las cosas claras y te dice lo que piensa.

-Además de los cambios en la moto con los que sufre un poco este año, ¿ha habido alguno en usted?

-Intento gestionar las carreras un poquito mejor. Este año es muy fácil fallar. El Marc de arriesgar no se quedó en 2015, espero que vuelva. Tiene que volver porque es como me divierto. Pero esa filosofía del riesgo funciona cuando la sientes, cuando siento que estoy preparado para pelear, como en Argentina, en Mugello o en Austin. En el resto sí que ha sido: sal y a ver dónde terminas.

-Siempre ha dicho que le encanta pilotar, ¿no se le pegan las sábanas ningún día?

-Siempre hay, y no es solo un día al año, ¿eh?. Pensar «buah, ahora ir en bicicleta o al gimnasio…», pero para esto es de gran ayuda mi hermano. El día que me da pereza a mí, Álex tiene ganas. Y el día que le pasa a él, yo tengo ganas de salir a entrenarnos. Nos vamos tirando mutuamente. Y tener un preparador físico que no solo te prepara, sino que en estos días te dice: «Venga, va, vamos para arriba».

-¿Qué se dice durante 45 minutos que dura la carrera?

-Depende de la carrera. Hay algunas en las que no te da tiempo a pensar en nada. En Austin sí pensé: «voy a probar esto a ver si la moto reacciona diferente, ahora esto otro». Y en otras, como en Mugello lo único que ves es al de azul que va delante y solo pensaba: «que no se me vaya, por favor, que no se me escape».

-Con estos años tan buenos para el motociclismo español y carreras tan espectaculares, ¿no se merecían que los viera más gente por televisión?

-En su día ya hice un tuit... Siempre lo he dicho: para que un deporte crezca y sea reconocido es mucho mejor que todo el mundo lo pueda ver. Soy de los que piensa que debería estar en abierto. Detrás hay cosas que desconocemos, si lo hacen será por alguna razón. Pero por mí... yo corro para que el aficionado me vea, no corro por mí, porque me guste ir en moto. Sí me gusta, pero me gusta ver a la gente cómo disfruta y no hay mejor manera que por la televisión.

-¿Lo necesita el futuro, un solo triunfo en Moto3, la categoría pequeña?

-No creo que sea por esto, va a temporadas. La base se está trabajando igual, la afición en España es la misma, los circuitos están llenos. Salimos en la tele y en la prensa y esto ya es mucho porque sino es fútbol parece que… Creo que la cantera española, depende de la época, nunca va a faltar.

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