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Figuras Históricas

El 'Dream Team', el sueño de Barcelona

Magic Johnson impulsó que las estrellas de la NBA disputaran los Juegos Olímpicos

El 'Dream Team', con el oro en Barcelona'92.
El 'Dream Team', con el oro en Barcelona'92. - Efe

El 7 de abril de 1989 cambió para siempre la historia del baloncesto en los Juegos. Hasta esa fecha, Estados Unidos acudía a las citas olímpicas con jugadores que no eran profesionales, pero la decisión acordada por la FIBA aquella jornada abolió la regla y abrió la opción del sueño olímpico para los jugadores de la NBA.

Ese día nació el 'Dream Team', aunque fue con la declaración de intenciones de Magic Johnson (“Lo he ganado todo. Solo me falta una medalla olímpica y quiero jugar”) un año antes de los Juegos de Barcelona cuando se plantó la semilla del que sería el mejor equipo de baloncesto de la historia.

A Magic le siguieron el resto de estrellas de la NBA. El único que se había mostrado reticente, Michael Jordan, terminó cediendo tras comprobar el entusiasmo de sus compañeros. El primer problema surgió meses antes de comenzar a jugar. En noviembre de 1991, Magic Johnson anunciaba al mundo que era portador del virus del sida. Una piedra en el camino que no frenó las ganas del jugador de estar en la Ciudad Condal.

Junto a él, una pléyade de estrellas que dominaban la liga y que aunaron esfuerzos en pos del colectivo se unieron al equipo nacional. Larry Bird, Patrick Ewing, Karl Malone, Scottie Pippen, Charles Barkley… todos, figuras en sus equipos, que supieron ponerse al servicio de Chuck Daly para asombrar al mundo.

Una de las grandes dudas del técnico fue elegir entre llevar a un universitario que despuntada, llamado Shaquille O’Neal, o jugársela con otro joven jugador como Christian Laettner. Al final, optó por el segundo, dejando fuera al que luego sería uno de los mejores jugadores de toda la historia. Este, quizá, fue el único lunar de un equipo mágico, que comenzó a mostrarse al mundo en el Torneo de las Américas, el 28 de junio de 1992.

Desde entonces, hasta que se colgaron el oro en el Palau Sant Jordi pasó un mes y medio de auténtica locura. Doce partidos sin derrota en los que hubo tiempo para todo y para todos. La clasificación olímpica, tras el fiasco de Seúl 1988 donde solo fueron bronce, fue un trámite.

Ya en la Ciudad Condal, nadie pudo con ellos. No hubo siquiera un equipo que se acercara. Ocho de ocho, con una diferencia media de 42 puntos. Charles Barkley fue el máximo anotador. La anécdota dentro de una maquinaria perfecta en la que nadie destacó por encima del resto. Dos semanas para el recuerdo que marcaron un antes y un después para el mundo del baloncesto.

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