RÍO2016Juegos Olímpicos

Leyendas españolas

Andrea Fuentes, reina del baile acuático

La enamorada de la danza en la piscina es la deportista española con más medallas olímpicas

Andrea Fuentes, en la piscina.
Andrea Fuentes, en la piscina. - Reuters

En la natación sincronizada hubo un antes y un después. El 'antes' fue y será Gemma Mengual. El 'después' todavía continúa encarnado en la figura de Ona Carbonell. Pero el eslabón que unió ambas generaciones y que refrendó el acceso de España al Olimpo del deporte que combina la danza y el atletismo en la piscina tiene el nombre de Andrea Fuentes.

Estaba predestinada a triunfar en el baile acuática. Ella misma bromea con su complicado nacimiento por culpa que el cordón umbilical se agarró con tres vueltas a su cuello. «Creo que fue ahí cuando empecé a practicar la apnea», suele comentar con su particular de hablar y con una sonrisa quien encadenaba ejercicios de 35 segundos sin sacar la cabeza a la superficie. Andrea se curtió en los momentos en que la natación sincronizada española daba sus primeros golpes a la puerta de los mejores, pero sufrió la decepción de no acudir a Sídney 2000 por un solo puesto en el torneo preolímpico. Después, formó parte del relevo generacional postMengual -fue plata con la pionera en Pekín 2008-. Ya con Ona Carbonell como compañera saboreó el hito de superar a una pareja china en una competición olímpica. La nueva estrella siempre supo que debía cogerse a su mano: «Con Andrea también teníamos mucho nombre».

En el trayecto, Fuentes se empapó de lo que podía aportar a la natación sincronizada. Además de las innovaciones de Anna Tarrés, la nadadora formó parte del ascenso español gracias que se enamoró de su deporte. Ayudó gracias a la elección y arreglos de las músicas para las coreografías y a su capacidad para intimidar a las rivales con su seguridad antes de zambullirse. La seguidora de Pink Floyd y Depeche Mode danzó al son del flamenco por piscinas de todo el mundo, pero también incorporó coreografías rompedoras con su particular visión y pasión. Ramstein y Marilyn Manson acompañaron desde los altavoces a la virtuosa de la cresta, a la joven que armonizaba compases y movimientos bajo el agua. En general, la tarraconense se salió de la vía de la ambición para conjuntar sus condiciones y talentos hasta colgarse cuatro medallas olímpicas (tres platas y un bronce) y un diploma que todavía la aúpan como la deportista española con más metales.

Todo el trabajo sirvió para aumentar el nivel de sus compañeros y ella misma asesoró al equipo español después de retirarse entre lágrimas en 2013 después de Tarrés fuera despedida tras las quejas del grupo por sus métodos -entre ellas las de la capitana Fuentes-. Actualmente, enseña lo aprendido en varios talleres sobre el arte de bailar en el agua. Nadie mejor que la amante de la meditación para enseñar a las nuevas generaciones lo que ella desarrolló con maestría para colgarse cuatro medallas olímpicas. Ahora puede revelar el secreto de su éxito: «¡Cómo hacer que los pelos de los espectadores se pongan de punta!».

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