Del Bosque juega al despiste en París, en donde España tiene este lunes un partido de los serios. Hay octavos de final de la Eurocopa contra Italia, un clásico de los buenos, y el seleccionador no aclara nada sobre su futuro. El personal da por hecho que abandonará el cargo después de este torneo, pero él ni confirma ni desmiente. «No tengo ningún pensamiento en este momento que no sea el del partido. Solo el de seguir en la Eurocopa. Hoy venía pensando en el coche que en septiembre empezamos la clasificación para el Mundial, pase lo que pase la selección empezará la clasificación para el Mundial de 2018. Así es la vida. Y será conmigo, o sin mí», resumió.

Es su manera de gestionar la situación, más sonriente en la sala de prensa de Saint Denis que en otras comparecencias. «Mañana tememos un partido importantísimo y es lo último que me preocupa. Solo quedan once equipos ahora mismo, y entre ellos estamos nosotros», insiste el salmantino. «El fútbol no tiene mucho futuro, tiene el partido de mañana».

Y en estas, Del Bosque dice que está contento e ilusionado con el reto, que se siente a gusto en su postura pese a que le harta toda la polémica que se genera alrededor a la selección. «Estoy muy a gusto, aunque no lo creáis. Estamos en una Eurocopa, entre los once que quedamos. Estoy feliz y encantado de poder representar a mi país. Tenemos a 23 jugadores magníficos, estoy encantado y soy feliz, sí», confirmó cuando se le preguntó por su estado anímico.

Obviamente, claro, habló de fútbol y del partido contra Italia, un duelo que llega antes de tiempo por el potencial de las dos escuadras. Enfrente está un rival totalmente opuesto a lo que propone España y Del Bosque pide concentración. «Sabemos que nos vamos a enfrentar a un equipo muy sólido, que domina la parte defensiva en su propia área, pero también delante. Domina las dos áreas, hay que contrarrestar su juego y hacerle daño».

En los últimos tiempos, España se ha liberado del trauma y ha competido muy bien en las eliminatorias, aunque sirve de poco para el presente. «Hemos tenido una fiabilidad grande, pero lo anterior no vale. Lo importante es que seamos nosotros, pero hay que tener cierto cuidado con ellos. Es un partido difícil, abierto, muy duro... Ojalá podamos seguir y con aspiraciones de llegar hasta el final».

Para hacer daño a Italia, juego de toque y Morata, un delantero que ha crecido muchísimo en sus dos años en la Juventus. «Le ha ido muy bien esta etapa de formación, se ha curtido y está muy bien. Tiene que alcanzar esa regularidad que deben alcanzar los grandes jugadores, aunque siendo delantero es difícil. Confiamos muchísimo en él, esta etapa que ha pasado ha sido muy buena para su formación».

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