Los jugadores de la selección celebran el gol ante Italia
Los jugadores de la selección celebran el gol ante Italia - Reuters
Selección española

Los síntomas de la mejoría de España

La presión, la velocidad y las ganas exhibidas ante Italia, banderín de enganche para la afición

Shkodër (Albania) Actualizado: Guardar
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España salvó en Italia la visita más difícil de su grupo de clasificación para el Mundial 2018, aunque el choque de este domingo ante Albania (líder con dos triunfos en dos jornadas) preocupa muchísimo al cuerpo técnico. El oponente es de esos incómodos, cada día más experimentado en citas importantes (estuvo en la Eurocopa y logró incluso una victoria que casi le mete en octavos), y se juega en Shkodër apenas tres días después de que lo hicieran Kosovo y Croacia, por lo que el césped no estará en el mejor de los estados. La selección demostró en la cita de Turín importantes mejoras en su juego que invitan al optimismo, aunque también algunos defectos por pulir.

1. Vuelva la presión asfixiante

Sin duda, la mejor noticia de España fue el regreso de la presión, un concepto algo olvidado en la etapa final de Vicente del Bosque como jefe del barco y que quedó patente en la Eurocopa de Francia.

A diferencia con el duelo de hace tres meses con el mismo enemigo enfrente, el equipo achuchó a los centrales azules, encargados en París de sacar la pelota con esos balones largos que amargaron la vida a Ramos, Piqué y compañía. Se avanzaron las líneas especialmente en el primer periodo y se recuperaba la pelota en un periquete, con una primera media hora magnífica. Por momentos, España fue aquella España. Cabe pensar que sigue viva ya que también ante Bélgica y Liechtenstein se vio algo de eso. Además, los jugadores destacan continuamente que ese aspecto se trabaja mucho con el actual preparador, del mismo modo que se incide en la táctica.

2. La pelota se mueve con velocidad

De todos modos, si hay algo reconocible en España es la posesión y el buen criterio que tiene a la hora de mover la pelota. Lleva ya muchos años con una idea innegociable, desde que Luis Aragonés dio con la tecla, y también Lopetegui quiere que el grupo sea protagonista y domine los partidos. La pelota manda y contra Italia se movió con rapidez, especialmente en el primer acto. Para eso, nada mejor que contar con Iniesta y con Silva, dos virtuosos que dan sentido a cualquier propuesta. Durante una hora, Italia no sabía dónde mirar, aunque bien es cierto que esta virtud choca con el de la falta de ocasiones. Al final, al buen juego hay que darle goles y triunfos para justificar la propuesta.

3. Iniesta, fundamental en la creación

Está clarísimo que, en estos momentos, Andrés Iniesta es el líder de este equipo. Se fueron hombres importantes y él perdura en el tiempo, incluso mejorado en algún aspecto porque cada día parece más inteligente. Efectivamente, cuenta con Silva como socio y completaron una acción estupenda en el primer acto que terminó con un remate del manchego demasiado blandito. Iniesta tiene todo lo que se le puede pedir a un futbolista y España le necesita, feliz porque el jueves regresó después de haberse perdido las primeras tardes de la era Lopetegui.

4. Koke, el mejor apoyo para Busquets

A Sergio Busquets le está costando este inicio de la temporada, pero aun así es imprescindible tanto en el Barcelona como con España. En Turín, tuvo momentos interesantes y se benefició de la presencia de Koke, un pulmón que se puso a la misma altura que el catalán y que ayudó en la búsqueda del equilibrio. Hace tiempo que a Koke se le pide un golpe de autoridad y parece que va al alza, líder del Atlético y muy presente en los planes de Lopetegui. En el once del técnico, Koke y Thiago irán entrando el uno por el otro en función de las necesidades.

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