Las llamadas del jefe italiano para cambiar alineaciones del Eldense

El maremoto de amaño de partidos relacionado con apuestas deportivas y conexiones con la mafia calabresa que hoy sacude al fútbol español y a Elda, la calurosa localidad alicantina célebre por su industria del calzado, se precocinaba desde hace semanas en los vestuarios del coqueto estadio municipal, el Nuevo Pepico Amat. Allí se escuchaban y se gestaban «cosas raras», según han confesado a ABC miembros de la actual plantilla. Las cosas raras eran los repentinos cambios de alineación una hora antes de comenzar cada partido después de que el entrenador hubiera anunciado otro equipo, las llamadas en el último momento de Nobile Capuani –el gestor del grupo inversor italiano propietario del Eldense– a su compatriota técnico para modificar «cuatro o cinco jugadores» o el ostracismo de los mejores futbolistas del equipo para afrontar encuentros a vida o muerte para un equipo que es colista en el grupo 3 de Segunda B.

«Desde que nos medimos al Villarreal B todo era raro». La Policía investiga todos los encuentros del Eldense desde la incorporación de los inversores italianos y, en particular, los últimos siete que concluyeron con el escandaloso 12-0 del Barcelona B y la denuncia del presidente de la gestora, David Aguilar, y algunos futbolistas, entre ellos el mauritano Cheikh Saad.

[Vídeo COPE: Los implicados en el 'caso Eldense' comienzan a declarar en el juzgado]

El exentrenador Filippo Vito di Pierro, el gestor inversor Nobile Capuani, el segundo técnico Fran Ruiz y dos jugadores, Maiki Fernández y Nico Cháfer, fueron detenidos por la Policía. Se les atribuye un delito de corrupción de particulares. Dos futbolistas más declararon en la comisaría de Elda.

Cuando a principios de año Capuani apareció por Elda con dinero bajo el brazo, la plantilla del Eldense empezó a creer que sus penurias económicas habían cesado. Había dimitido Germán Torregrosa y se había hecho cargo de la gestora Alfonso Ortuño Gil, empresario de la zona que reunía 42.000 euros mensuales entre industriales locales para pagar los salarios. El sueldo medio del Eldense es de 1.200 euros mensuales y alguna estrella de la categoría, excepcionalmente, percibía 2.500 euros.

La irrupción de Capuani no trajo la prosperidad económica deseada por los jugadores y tampoco una rehabilitación deportiva. El Eldense ha perdido 24 partidos de 32 disputados esta temporada y ya ha descendido matemáticamente a Tercera (14 puntos). El equipo se llenó de italianos: el entrenador Di Pierro, un preparador de porteros de nombre Christian, el guardameta desconocido Alessandro Zanier, que militó hace dos años en el Pro Patria –castigado por amañar partidos de tercera en su país– y los jugadores Abibi, Muratore y Pagliaro. Y empezaron «las cosas raras».

En el campo de la Ciudad Deportiva del Villarreal, el pasado 18 de febrero, Di Pierro modificó sustancialmente la alineación que había anunciado a sus jugadores un par de horas antes en la charla habitual donde se preparan estrategias, modelos de juego y se comunican los once elegidos. Al llegar al campo, el delegado Vicente Soler entregó al árbitro un equipo con «cuatro o cinco cambios» respecto a lo anticipado por Pierro. El Eldense perdió 4-0. «Ese día no nos dimos cuenta de lo que suponían las llamadas que recibía el entrenador. Luego ya sí», explican fuentes de la plantilla del Eldense a ABC.

La comunicaciones telefónicas se sucedieron durante los siguientes encuentros y también el modus operandi. Di Pierro se reunía con los futbolistas horas antes de saltar al césped, cantaba al detalle la alineación y, al llegar al estadio de turno, siempre había modificaciones entre los once designados. El italiano no tenía titulación oficial como entrenador. El segundo técnico, Fran Ruiz, ponía el carnet para que Pierro dirigiese al equipo. Ruiz ha negado estar al tanto de los presuntos amaños. Las llamadas una hora antes de cada partido se sucedieron en el teléfono del entrenador italiano. Y por costumbre el Eldense se habituó a que apareciesen en su once inicial futbolistas de segundo orden, como el portero Zanier u otros fichajes que, según ha expresado el presidente de la gestora David Aguilar, «no tienen nivel para Segunda B».

Los mejores, al banquillo

Lo más preocupante para una plantilla que caía en picado hacia Tercera fue la desaparición de las alineaciones de los mejores futbolistas de la plantilla. «Es como si al Barça le quitan a Messi, Neymar o Luis Suárez. Nadie puede entender que no salgan de inicio determinados jugadores». Algunos de ellos fueron apartados de las convocatorias. Ni siquiera se desplazaron a los partidos.

Por la plantilla del Eldense han pasado esta temporada 52 futbolistas de 12 nacionalidades diferentes. Un trasiego que ha generado «indiferencia y escasas relaciones» entre los jugadores. «Prácticamente no teníamos contacto, salvo juntarnos en el vestuario para cambiarnos, ducharnos, entrenar y jugar».

En el vestuario del club alicantino se ha extendido la idea de que el partido con el Cornellá podría haber sido manipulado. A raíz de las denuncias presentadas en Elda, la Policía está investigando si hubo un arreglo del encuentro con el Cornellá y si algunos o varios jugadores del conjunto barcelonés recibieron 1.000 euros por adecuar el resultado al descanso (3-0) a las pujas que se realizaron en las casas de apuestas. La entidad catalana niega un supuesto amaño. El resultado final fue 3-1. El Eldense no ha ganado ningún duelo desde febrero y solo ha sellado un empate (en casa, 1-1 ante el Mallorca B).

Cuatro futbolistas de la entidad alicantina declararon ayer en la comisaría de Elda. Maiki Fernández, Nicolás Cháfer, Smitarello y Tabala. Los dos primeros están detenidos.