Camiseta Selección española de fútbol
Camiseta Selección española de fútbol - Matías Nieto Koenig

Operación SouleLa recompensa de Gorka a los subastadores de camisetas

Las escuchas de la UCO confirman que el hijo de Villar intentó enchufar en la Federación a dos colaboradores de su campaña

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Cuando el 25 de abril ABC telefoneó a Jaume Casas y le preguntó si le parecía compatible explotar la subasta de camisetas de la selección española con la dirección de la campaña electoral del presidente de la Federación, Casas respondió que todo era «legal» e incluso «ético». «Colaboro por mi buena amistad con su hijo Gorka y solo me pagan los desplazamientos desde Barcelona», alegó. Anteayer conocimos que esa colaboración no era ni mucho menos desinteresada. Las escuchas de la UCO demuestran que tanto Casas como su amigo Jordi Pallarés iban a ser contratados por la Federación como asesores externos, en compensación a sus fructíferos trabajos durante la campaña electoral en la que Villar volvió a arrasar gracias a la compra masiva de voluntades.

Apenas dos semanas después de que este periódico publicara que la web de subasta de camisetas de la selección estaba detrás de la campaña de Villar, Gorka se encargó de reprocharle a su padre que los días en que el presidente había estado de viaje todo había estado bajo control gracias a que él estuvo pilotando las operaciones desde la sede de Las Rozas, ayudado por Jordi Pallarés y Jaume Casas. «Gorka Villar tiene gran afecto a Jordi y Jaume, quienes le han estado ayudando en la candidatura electoral de su padre, y está planificando premiarles mediante su contratación por la RFEF en calidad de asesores externos, como contraprestación por su ayuda», se asegura en la transcripción de las conversaciones, que prosigue con la forma en que debe hacerse: «Gorka se lo ha planteado a su padre, y éste está de acuerdo, siempre que se emplee un concreto ardid para que no se le pueda vincular a él personalmente con la contratación de dichas personas, puesto que en tal caso se le acusaría fácilmente de favorecer a quienes precisamente le beneficiaron a él», consta en el auto del juez Pedraz.

Una semana después, el 19 de junio, Gorka Villar se reúne con Pallarés y Casas y les informa de que su padre ha dado el visto bueno a la contratación y solo falta que ellos se pongan sus honorarios. Además, Gorka dice saber cuál es la partida de la que podría detraerse el dinero para levantar menos sospechas: «Los fondos de desarrollo de la FIFA».

Si Pallarés y Casas no han llegado a figurar en la nómina de la Real Federación Española de Fútbol, no será por la falta de desvelos de su amigo Gorka Villar, sino porque la UCO detuvo el martes al presidente y a su hijo y porque la asamblea que debe aprobar los nombramientos estaba prevista para ayer, pero no se celebrará hasta la semana que viene.

Pallarés, secretario personal durante quince años del expresidente del Barcelona y aún vicepresidente de la Federación, Joan Gaspart, fue la persona que intermedió con la Federación para que su íntimo amigo Jaume Casas se quedara con un jugoso contrato de subasta de camisetas usadas por los jugadores de la selección española en los partidos internacionales.

Contrato beneficioso

Según el contrato firmado en febrero de 2014, la Federación y la firma Proximma Sports, propiedad de Casas, se reparten a partes iguales los beneficios de la subasta de cada una de las camisetas que los jugadores ceden gratuitamente y que en algunos casos pueden alcanzar los 18.500 euros después de varias pujas entre los usuarios de la plataforma. Una actividad que podría estar explotando directamente la Federación, de tal manera que se quedaría con la totalidad de los beneficios. Consultado por este periódico, Casas justificó dicho reparto en «los altos costes que hay que acometer para poner en marcha la plataforma y en los recursos humanos que hay que mantener, los cuales no son repercutidos a la Federación».

Casas, que reconoció a ABC que estaba «ayudando a la candidatura en cuestiones de comunicación y marketing», negó que se tratara de una financiación encubierta de la campaña de Villar, «porque se la está pagando él con sus propios recursos», y esgrimió que tenía contratos similares con la Euroliga, la Federación de Baloncesto y el RCD Español.

Por su parte, Jordi Pallarés reconoció también su amistad con Gorka Villar: «Me pidió que llevara la web y las cuentas de Twitter y Facebook de la candidatura, y lo hago de manera desinteresada», afirmó quien ha trabajado en diferentes campañas de Villar y de otras organizaciones. Entre otros, ayudó a Joan Rosell a alzarse presidente de los empresarios españoles.

Ver los comentarios