Jesús Alfonso Bessini, el árbitro del polémico partido
Jesús Alfonso Bessini, el árbitro del polémico partido - ABC
Violencia en el fútbol

«Los niños hacen lo que ven a los padres»

El árbitro del partido de la batalla campal en categoría infantil se queja de un «exceso de competitivivad»

Palma de Mallorca Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

En apenas dos días, el árbitro del accidentado partido de infantiles disputado el pasado domingo en Mallorca entre el Alaró y el Collerense ha pasado del anonimato a ser una persona requerida por los principales medios de comunicación. En una entrevista concedida a ABC, Jesús Alfonso Bessini (Valencia, 1975) habla no solo de los graves incidentes ocurridos en el citado encuentro, sino también de su trayectoria vital y profesional a lo largo de estos últimos años.

Jesús suspendió el partido en torno al minuto 60 de juego, cuando varios jugadores le advirtieron de que un futbolista del Alaró estaba persiguiendo y dando patadas a un jugador del Collerense. En ese momento, según recoge él mismo en el acta, varios seguidores del equipo visitante saltaron al césped, al parecer para intentar frenar esa agresión.

Instantes después, quienes saltaron al terreno de juego fueron los aficionados del Alaró. «Se organizó una pequeña tangana, pero la cosa pareció que se iba a calmar entonces», recuerda.

Los incidentes más graves se produjeron cuando Jesús se encontraba ya en el vestuario. Según puede verse en un vídeo que ha sido difundido por todo el mundo, seguidores del Collerense y del Alaró, en su mayoría padres de los menores, protagonizaron una batalla campal en las gradas y también sobre el césped que acabó con varios heridos leves y la presentación de diversas denuncias ante la Guardia Civil. «Me sabe muy mal por los niños, ellos tienen poca culpa», recalca.

Incidentes constantes

Con anterioridad a la suspensión del partido, el encuentro no había sido, aun así, excesivamente plácido. Había habido ya cuatro jugadores amonestados y uno de ellos acabó siendo expulsado, por doble amonestación. La primera tarjeta amarilla fue por decirle a Jesús «eres más malo que la peste» y la segunda por haberle preguntado «¿qué putas pitas?». El entrenador del Alaró también fue expulsado.

Las amonestaciones a jugadores suelen ser escasas en los partidos de la categoría infantil. Jesús señala que, en cualquier caso, «casi cada semana» suele haber incidentes menores que no salen nunca en los medios de comunicación. En ese contexto, advierte de que en los partidos de infantiles «muy rara vez» suele haber policías locales o guardias civiles en previsión de posibles incidentes.

Con respecto a lo sucedido el pasado domingo, afirma que no sintió miedo –«no, para nada»– pero sí preocupación «por todo» en general. «Jamás había vivido incidentes como esos», recalca, al mismo tiempo que confirma que, pese a todo, quiere seguir en el mundo del arbitraje. De hecho, a las cuatro de la tarde del pasado domingo ya estaba dirigiendo otro partido.

Colegiado vocacional

Jesús explica que llegó a Mallorca siendo aún un niño, en 1989, y añade que empezó a arbitrar hace algo más de una década, «por vocación, porque me gusta el fútbol». Su experiencia como colegiado en el fútbol base se inició hace algo más de un año. Fuera del ámbito deportivo, trabaja en el sector de la construcción.

Puede decirse que Jesús conoce bien qué pueden sentir los niños de 12 y 13 años de la categoría infantil, porque él mismo fue jugador de niño. «Fue por poco tiempo, pues tuve que dejarlo debido a una rotura de ligamentos», lamenta. Por lo que respecta a la difícil tarea de ser árbitro en el fútbol base, destaca que «cuando hay problemas, suelen provenir casi siempre más de los padres que de los niños».

En esa misma línea, el colegiado mallorquín indica que «los niños reflejan en el campo lo que ven hacer a los padres». Preguntado acerca de si es necesaria más y mejor educación en el mundo del fútbol infantil, responde que además de eso, «lo que también se necesita es un poco de sentido común», afirma, para añadir que a su juicio hay un «exceso de competitividad» en una actividad que «en realidad debería ser un hobby».

Ver los comentarios