Presidente de la FEF

Luis Rubiales, el cambio radical en el fútbol

El nuevo presidente de la Federación Española desea romper con todos los vicios de la era Villar y «democratizar» la institución

Vídeo: Entrevista a Luis Rubiales cuando era candidato a la presidencia de la FEF COLPISA

TOMÁS GONZÁLEZ-MARTÍN

Luis Rubiales, exjugador , defensor de los derechos de los futbolistas, protagonista de huelgas por impago en el vestuario de un equipo encerrado, presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles, es el nuevo presidente de la Federación Española de Fútbol.

Quiere romper los viejos vicios de la era Villar. Sánchez Arminio dejará de dirigir el arbitraje. Rubiales desea presentar las cuentas de los dineros públicos de la Federación ante el CSD para que apruebe las inversiones. Quiere democratizar todos los entes. Tendrá muchos enemigos, pero siempre ha sido un luchador y le va la marcha. Estos fueron sido siempre los retos de su vida

Fue un trabajador del fútbol dentro y fuera del campo . Pundonor era el apelativo que se ganó Luis Rubiales como futbolista desde 1991 a 2009. Pundonor puso como presidente de la AFE durante esta última década para defender especialmente al futbolista modesto. Dejó el sindicato de jugadores para presentarse a la presidencia de la Federación Española. Miembro de la Junta directiva de Villar durante una decena de años, fue inicialmente el hombre elegido por el vizcaíno para sucederle. Pero el encarcelamiento del ya expresidente, consecuencia de la operación Soule, revolucionó los acontecimientos.

El canario de nacimiento y granadino de adopción se desmarcó de Villar cuando los hombres de la Federación, de la Liga y de la AFE se reunieron con José Ramón Lete para escuchar el cambio necesario de presidente. El secretario de Estado y presidente del Consejo Superior de Deportes pidió una moción de censura en la Asamblea del Fútbol Español para provocar las elecciones, o que se pidiera al presidente eterno la dimisión para abrir el proceso electoral. Y Rubiales dijo que estaba de acuerdo.

Los hombres del poder fáctico de la Federación, adeptos de Villar, le consideraron un traidor por abandonar al presidente. Y dejó de ser el hombre del poder en la sucesión. A Rubiales no le importó. Luchaba por dar un vuelco a la Federación Española. Por modernizarla, «abrirla al mundo, democratizarla«, como él espeta.

Realizará un cambio radical. Sánchez Arminio no continuará al frente del arbitraje. Presentará su inversión de los dineros públicos ante el CSD, al que recibirá y escuchará para que apruebe el destino de ese dinero. Romperá con viejo vicios y poderes creados por relaciones ancestrales de la era Villar. Intentará cambiar muchos moldes. No se lleva bien con Tebas y ha criticado la fusión de Larrea con el presidente de la Liga.

Rubiales tendrá muchos enemigos también. Tiene una labor difícil. Pero siempre fue un luchador, de abajo arriba. Se abre otra etapa de su vida con retos difíciles. Es lo suyo. Le va la marcha.

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