Frenético final de temporada para Real Madrid y Barcelona

A vueltas con los valores del Real Madrid, tema de máximo interés estos días en el Barcelona, insistente en su papel de tertuliano de barra de bar con traje y corbata, «estamos de acuerdo con Piqué», expuso ayer Bartomeu en acto público, la Liga y la Champions entran en su tramo decisivo con un exigente calendario de aquí a los próximos sesenta días, cuando el 3 de junio la final de la Champions en Cardiff baje el telón de la temporada.

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Hasta entonces, nueve jornadas de Liga (diez en el caso del Real Madrid por su partido aplazado ante el Celta) cuartos y semifinales de Champions (en el caso de que blancos y azulgranas superen al Bayern y a la Juventus, respectivamente) y la final de Copa para el Barcelona.

Quince partidos en el mejor de los casos, doce en el peor de los pronósticos, para los dos portaaviones del fútbol mundial.

En el torneo doméstico, las próximas cuatro semanas se antojan casi definitivas para conocer al campeón de Liga de esta temporada. Con dos puntos de ventaja, más un partido menos y un clásico en el Bernabéu por jugar (domingo 23 de abril, 20 45 horas), el Real Madrid tiene más cerca que nunca la Liga, torneo ansiado en Concha Espina tras conquistar solo una de las últimas ocho. En su contra, un calendario con bastantes más curvas que el del Barcelona. Aparte de los azulgranas, Atlético, Valencia y Sevilla también tienen que pasar por el feudo blanco.

La influencia de la Champions

En Europa, meterse entre los cuatro mejores del continente tendrá horas de conversación para Real Madrid y Barcelona. El Bayern de Ancelotti, rival de los blancos, es junto a los dos equipos españoles el otro gran favorito para llevarse la Champions. Como tapado está la Juventus, enemigo de los catalanes en cuartos, con ansias de venganza tras la final de Berlín en 2015, ganada por el Barça (3-1).

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Suceda lo que suceda, ambas eliminatorias jugarán un importante papel colateral en la Liga. Pasar a semifinales supone un refuerzo anímico importante, a la vez que mayor desgaste. Caer en cuartos, justo lo contrario. O ninguna de ambas cosas. Así de mágico y emocionante es el fútbol.