Leo Messi, en el partido contra la Real Sociedad
Leo Messi, en el partido contra la Real Sociedad - REUTERS

El Barça ya no la toca como antes: cada vez tiene la pelota más lejos del área rival

El equipo de Luis Enrique acusa la baja forma de Busquets y necesita que sus delanteros entren más en juego

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El Barcelona está inmerso en el peor inicio liguero de su historia. Con 13 jornadas jugadas, el equipo de Luis Enrique lleva 27 puntos, menos que en cualquiera de las últimas nueve temporadas y los mismos que en el curso 2007-08. Aquel fue el último año de Frank Rijkaard en el Camp Nou; los culés terminaron esa temporada haciéndole pasillo en el Bernabéu al Madrid, campeón con 18 puntos sobre el Barça. Rijkaard, Ronaldinho y Deco, tres de los emblemas de aquella etapa, se fueron semanas después, llegó Guardiola y cambió la historia.

Los éxitos de Luis Enrique al frente del Barcelona (dos Ligas y dos Copas en dos años, más una Liga de Campeones con triplete) no han evitado que ciertos sectores del Camp Nou hayan visto amenazado el legado de Guardiola, el gran defensor de la posesión como vía hacia el éxito.

Los malos resultados de esta temporada han azuzado el debate, y lo cierto es que hay datos que pueden preocupar a los críticos.

Un poco menos de posesión

El Barcelona tiene el balón un poco menos que en las dos Ligas pasadas, pero sigue siendo el rey de la Liga en este aspecto. Los azulgranas tienen el balón un 62,4 por ciento del tiempo en sus partidos, frente al 62,9 del año pasado y el 65,3 del anterior, según datos de WhoScored (el récord con Guardiola fue un 67,4 por ciento, en la temporada 10-11). Es el dato más bajo para el Barça desde Guardiola, influido por el empate ante la Real Sociedad, en el que el equipo vasco le ganó la posesión, algo realmente difícil de ver con los culés en la última década.

Este es el primer año en el que el Barcelona no tiene a ninguno de sus centrocampistas entre los cinco jugadores que más pases dan de la Liga. El central Mascherano lidera la competición, pero es el único culé en el top5; en la 2010-11, los cuatro primeros de la lista jugaban para el Barça, y eran seis de los siete primeros.

Que Mascherano sea además el jugador del Barcelona que más pases promedia por partido es un dato que no debe agradar a Luis Enrique; «Masche» ocupa un lugar en el que antes estaban Busquets o Xavi. Un ataque tiene más probabilidades de salir bien si es uno de estos dos jugadores el que juega más veces la pelota.

El caso de Busquets en particular es preocupante para el Barça. El mediocentro está dando menos pases que en cualquiera de sus últimas seis temporadas: reparte 63,2 por choque, 4,5 menos que el año pasado. También está en sus peores números de siempre en faltas recibidas, rivales regateados e intercepciones, lo que confirma la sensación que da verle jugar los partidos: Busquets no está a su mejor nivel.

Más posesión, pero más lejos del área

Los cuatro centrales que utiliza el Luis Enrique (Mascherano, Mathieu, Piqué y Umtiti) y el ahora lateral Sergi Roberto promedian más pases por partido que el mediocentro de Badia del Vallès. Si un equipo saca el balón jugado desde atrás, es lógico que los centrales den muchos pases, pero es preocupante si no hay nadie más adelantado que mueva la pelota más veces que ellos. En la acera de enfrente, Toni Kroos lidera al Real Madrid en pases, con más de 12 de diferencia sobre Sergio Ramos, segundo.

Si se observan los datos de distribución de balón del Barça y se comparan con los del año pasado, lo más evidente es que este año los defensas la pasan más y los centrocampistas y delanteros, menos. Luis Enrique le quitó importancia al centro del campo, lo que tiene sentido porque su equipo ya no tenía al mejor Xavi y sí a un trío de delanteros letal. Si un equipo tiene a Leo Messi, Luis Suárez y Neymar Jr., sus intereses son que estos toquen la pelota la máxima cantidad de veces posibles. Es por lo tanto un gran problema para Luis Enrique que Messi dé 12 pases menos por partido que en la temporada pasada y 18 menos que en el año del triplete.

Sorpresa: que Messi toque la pelota es bueno para el Barcelona. El argentino toca la pelota 83,6 veces por partido cuando el Barça gana, mientras que solo lo ha hecho 65,8 veces en los partidos que el equipo catalán no ha vencido. Cuanto más aparece Messi, más opciones tiene el Barcelona de ganar el partido.

La vuelta de Andrés Iniesta puede ayudar a solucionar algunos de los problemas de la circulación de pelota del Barça, pero el manchego también ha sufrido este año los males del equipo: solo promedia 33 pases por partido, frente a los 65 y 59,4 de los otros dos años en los que Luis Enrique ha dirigido al Barça.

Si Busquets consigue aparecer más y alimenta a Messi e Iniesta, el Barça empezará a tener la pelota más lejos de su área y más cerca del portero rival. Cómo conseguirlo es el gran reto que tiene Luis Enrique esta temporada, y tiene al peor rival posible para empezar.

(Los datos utilizados en este texto están extraídos de WhoScored.com)

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