Andorra gana a San Marino y rompe la peor racha de la historia

El Olímpico de Serravalle es un estadio rodeado de árboles y sin mayores pretensiones, con dos modestas tribunas en los laterales –cubiertas prácticamente en su totalidad, eso sí– y una pista de atletismo que separa a la gente del césped y el balón. Caben, según los datos oficiales, unos 7.000 espectadores, lo que viene a ser casi una cuarta parte de la población de San Marino. Y en esta república, una mancha en territorio italiano ubicada en la parte alta de la bota, a poco más de 10 kilómetros del Adriático, se disputó este miércoles el partido del siglo, disparada la expectación en los medios y en las redes (el campo, por contra, estaba medio vacío) porque se enfrentaban las dos selecciones con las peores rachas de la historia del fútbol.

San Marino y Andorra, que comparten el objetivo de evitar el bochorno en las fases de clasificación para el Mundial o la Eurocopa de turno, jugaban ayer para ganar, una sensación desconocida por ambos desde 2004, la final del otro Mundial. No hubo trofeo, pero Andorra festejó su gran noche después de 86 derrotas consecutivas gracias a los goles de Lima y Cristian Martínez (0-2).

En el ranking que elabora la FIFA cada mes, San Marino y Andorra malviven en las catacumbas del fútbol. Son la 202 y la 203 del mundo, únicamente por delante de siete países de los que no existe relación alguna con la pelota y los goles (Anguila, Bahamas, Yibuti, Eritrea, Gibraltar, Somalia y Tonga), y si la hay exige una revisión inmediata. San Marino y Andorra, 13 años sin triunfar, se consuelan con aquello de que lo importante es participar, pues se hace complicado y debe ser hasta desagradable asumir la realidad de las cifras.

San Marino lleva 139 tardes de balompié y en solo una ha descorchado el champán (1-0 a la cuestionable potencia de Liechtenstein en un amistoso de 2004). El resto se resume en cuatro empates y 134 derrotas (incluida la de ayer), con 22 goles a favor y 600 en contra. Sí, 600, no es un error. Por su parte, a Andorra tampoco le ha ido mucho mejor, aunque al menos ha logrado cuatro triunfos en su historia y 12 empates. Los otros 126 pulsos acabaron de mala manera, con 40 aciertos y 386 tantos en contra. Eso sí, los jugadores de ambos países pueden presumir de haber pisado los estadios más bonitos de Europa, de tener camisetas de todos los rivales, y de vivir este miércoles una cita inolvidable en San Marino. Sobre todo para Andorra, campeona del peor partido del mundo y feliz porque no hacía dos goles en un mismo choque desde abril de 2002.