ARCHIVO
Fútbol y violencia

El Alaró retira de la competición a su equipo infantil tras la pelea entre padres

La Comisión Antiviolencia de la Federación Balear de Fútbol presentará una denuncia ante la Fiscalía por los graves incidentes ocurridos durante el encuentro

Palma de Mallorca Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La junta gestora de la Unió Esportiva Alaró, reunida ayer por la tarde con carácter de urgencia, acordó retirar de la competición a su equipo de fútbol infantil. Esta decisión fue tomada a raíz de los graves incidentes ocurridos en el campo municipal de Alaró en el partido de infantiles disputado el pasado domingo entre los equipos mallorquines del Alaró y el Collerense. En dicho encuentro, seguidores de ambos equipos, en su mayoría padres de los menores, protagonizaron una batalla campal en las gradas y también sobre el césped que acabó con varios heridos leves y la presentación de diversas denuncias ante la Guardia Civil.

Los directivos del Alaró también acordaron en su reunión de ayer aplicar «de forma inmediata» medidas disciplinarias contra el personal federado del club implicado en los incidentes «según el acta arbitral y los informes federativos».

El Alaró también anunció a través de su cuenta oficial de Facebook que se tomarán medidas contra los espectadores locales implicados, «una vez finalizada la investigación policial». Asimismo, se empezará a trabajar en la elaboración de un nuevo código ético interno y un reglamento sancionador.

Por su parte, la junta directiva de la Unión Deportiva Collerense, reunida también con carácter de urgencia, acordó apartar de la disciplina deportiva del club «a los dos jugadores cuyos familiares participaron activamente en los desagradables incidentes». A través de un comunicado oficial, el Collerense señaló que asimismo está valorando «la posibilidad de tomar otras medidas de carácter excepcional, todas ellas encaminadas a la condena firme de la violencia en nuestro deporte».

Precisamente, las condenas por lo sucedido fueron unánimes desde el primer momento, tanto por parte del Alaró y del Collerense como por parte de las principales autoridades de la Comunidad. En ese contexto, la Comisión Antiviolencia de la Federación de Fútbol de las Islas Baleares (FFIB) celebró también una reunión urgente, en la que acordó presentar una denuncia ante la Fiscalía por los hechos ocurridos el pasado domingo e informar de los mismos a la Delegación del Gobierno. La citada comisión también estudiará la posibilidad de personarse en los procedimientos judiciales que se puedan abrir a partir de ahora.

«Ante la gravedad de los incidentes, la Comisión Antiviolencia abre un periodo de análisis a los efectos de proponer medidas de carácter preventivo a los efectos de erradicar la violencia en el fútbol, así como el racismo y la xenofobia», concluye la nota oficial hecha pública tras la reunión de ayer.

El acta del árbitro que dirigió el encuentro, Jesús Alfonso, describe con sumo detalle no sólo el instante en el que se inició la pelea, sino también qué había ocurrido en los minutos previos. El colegiado había amonestado con anterioridad a la trifulca a cuatro jugadores en un partido en el que estaba habiendo mucha tensión entre los jugadores de ambos equipos, todos ellos niños de entre 12 y 13 años de edad. Alfonso llegó a expulsar a un jugador del Alaró, por insultos, y al propio entrenador del conjunto local. Unos 15 minutos antes de que empezasen los incidentes el árbitro había solicitado al delegado de campo que llamase a la fuerza pública, debido al ambiente enrarecido que había ya entonces sobre el terreno de juego.

Poco después, en torno al minuto 60 del partido, varios jugadores advirtieron al árbitro de que un futbolista del Alaró estaba persiguiendo y dando patadas a un jugador del Collerense. En ese momento, según recoge el acta, varios seguidores del equipo visitante saltaron al césped, al parecer para intentar frenar esa agresión. Instantes después, quienes saltaron al terreno de juego fueron los aficionados del Alaró. «Se lio una batalla campal de forma muy violenta, delante de los niños», explica el colegiado en el acta. En ese momento, el árbitro decidió suspender el partido.

A continuación, algunos adultos empezaron a insultarse y a empujarse cerca de una de las porterías, situación que instantes después derivó ya en patadas y puñetazos en las gradas por parte de los mismos protagonistas. En la pelea participaron una veintena de personas en total, según puede verse en el vídeo que grabó un asistente al partido. Las citadas imágenes se hicieron virales en las redes a lo largo del día de ayer y abrieron también los principales informativos de televisión.

Numerosos aficionados intentaron desde el primer momento detener la riña, mientras varios niños, llenos de impotencia, empezaban a llorar ante lo que estaban viendo y viviendo. En esos instantes se escucharon gritos como «¡Qué vergüenza!», «¡Por favor, señores, que hay niños!» o «¡Basta ya, sólo es fútbol!». La Policía Local y la Guardia Civil fueron avisadas de lo que estaba ocurriendo y varias dotaciones acudieron al campo del Alaró. A su llegada, la situación se había ya calmado casi por completo.

Ver los comentarios