Un gaditano, padre de los éxitos del FC Barcelona

Reza el dicho que los éxitos tienen muchos padres pero el fracaso es huérfano. Tan real como la vida misma. Y en el triunfo del FC Barcelona muchos progenitores han puesto su semilla con el sueño de que el final de campaña dé a luz los trillizos con los que sueña el aficionado culé. Es el Barça de Messi, de Luis Enrique, de la MSN, de Bravo y Pique. Pero también de un equipo técnico de enorme nivel que logra que el mecanismo azulgrana funcione como un reloj tan suizo con Joan Gamper.

Entre ese grupo de confianza de ‘Lucho’ destaca un gaditano al que este verano le tocó el Gordo. No fue cuestión de suerte, sino de trabajo. Jesús Casas se ha labrado un hueco en el seno de la entidad catalana.

Por sus ojos se puede ver, imaginar, el partido que más adelante intentará plantear el Barça a las órdenes de Luis Enrique.

Casas es uno de los tres ‘scouting’ del equipo blaugrana. La traducción literal de este anglicismo sería ojeador pero denota otro significado más complejo. Estos tres pilares analizan tácticamente al siguiente adversario del FC Barcelona, redactando un riguroso y pomenorizado informe que finalmente acaba en las manos del técnico asturiano.

Diez meses en la sombra

Durante estos diez meses Jesús Casas ha espiado a muchos de los adversarios del conjunto de la Ciudad Condal. Viaja constantemente para ver a los contrarios en directo, y se le ha podido ver desde Eibar hasta Turín, donde compite esa ‘Vecchia Signora’ que se ha convertido en el último obstacúlo para sumar la quinta Liga de Campeones.

Este equipo de ‘scouting’ analizan profundamente al rival especialmente en el aspecto táctico. Sus puntos fuertes y débiles, las jugadas de estrategia, cómo atacarle y como defenderse de sus embestidas... Luis Enrique confía ciegamente en ellos, de ahí la inversión. Y por algo es uno de las escuadras más trabajadas de toda Europa, no es casualidad que en su primer año esté a dos partidos de igualar la mejor página de la historia de este club. Tenerlo todo controlado, para que luego Messi se invente una finta, una jugada maravillosa y el Boateng de turno caiga desplomado de la impresión.

La relación de Casas con el entrenador asturiano se remonta a la época en la que el gijonés dirigió al filial del Barcelona. El gaditano le hacía los informes de los adversarios que cada dos semanas visitaban Chapín 15 días antes de visitar el Mini Stadi. Quedó encantado con el saber hacer y la profesionalidad de este ex del Cádiz que ‘mataba’ el gusanillo del fútbol entrenando al Balón Juvenil y siendo ojeador de la provincia para la entidad azulgrana.

En las celebraciones

Jesús Casas ha permanecido en la sombra durante toda la campaña, trabajando en la oscuridad en Barcelona y en sus diferentes destinos, lejos de su familia con la que se reencuentra en la Tacita cada vez que puede merced a su particular puente aéreo. Pero en los últimos días Luis Enrique ha premiado a todo su cuerpo técnico y les ha permitido acompañarles en sus éxitos sobre el terreno de juego. Se le pudo ver por la pequeña pantalla tanto en el Camp Nou como en el Allianz Arena departiendo con otro excadista, el mítico Lorenzo Buenaventura. Y era uno de los que saltaba en la fiesta del Calderón tras la consecución del título de Liga.

La presión es máxima. Por eso la alegría es absoluta. Messi, Iniesta y compañía bailan al son de la orquesta de Luis Enrique, donde Casas es uno de sus mejores músicos. Notas gaditanas para componer una sinfonía celestial.