Bin Hamman y Blatter
Bin Hamman y Blatter - afp
Fútbol

El pacto secreto que perpetuó a Blatter

El presidente de la FIFA acordó apoyar a Qatar 2022 a cambio de que se retirase un candidato rival

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El próximo mes se celebran las elecciones a la presidencia de la FIFA, en las que Joseph Blatter, de 78 años y máximo dirigente del organismo desde junio de 1998, aspira a un quinto mandato entre clamorosas acusaciones de corrupción. En ese contexto, la prensa inglesa, muy beligerante con Blatter, ha revelado un pacto secreto del presidente con las autoridades de Qatar en 2011, que explicaría el apoyo contra viento y marea del suizo al delirante Mundial del desierto, que obligará a jugar el torneo en invierno trastocando los calendarios clásicos del fútbol europeo.

Blatter se ha distinguido también por sus trabas a la investigación sobre los sobornos en el proceso de adjudicación del Mundial para Qatar, refrendadas incluso en un informe del Comité de Ética de la FIFA a finales del año pasado.

Aquella investigación interna, a cargo del ex fiscal neoyorquino Michael García, fue mutilada y desatendida por el organismo que dirige el fútbol mundial.

«The Sunday Times» avanza las revelaciones de un libro de su equipo de investigación que lleva por título «El juego sucio. La trama de Qatar para comprar la Copa del Mundo». Asegura que Blatter cerró en 2011 un acuerdo secreto con las autoridades reales de Qatar, por el que se comprometía a defender su Mundial pese a las firmes acusaciones de soborno en la adjudicación del mismo. A cambio, Qatar apartaría de la carrera presidencia de la FIFA al jefe de su federación de fútbol, Mohamed Bin Hamman, el plutócrata qatarí que se cree que compró a base de sobornos el Mundial para Qatar. Es decir, la familia real le facilitó a Blatter la presidencia en las elecciones del 2011 retirando a su rival en las urnas y a cambio el suizo se comprometió a sacar adelante el Mundial qatarí pese a los escándalos y los problemas deportivos que presenta.

Qatar consiguió su Mundial en diciembre de 2010. En marzo de 2011, el multimillonario Bin Hamman desafió el mandato perenne de Blatter y anunció que le disputaría la presidencia. En mayo, las sospechas de haber comprado la votación se acumulaban sobre Hamman, con una investigación en el Parlamento inglés y la acusación de que había sobornado a la Agrupación Caribeña. Pero a finales de mayo, las autoridades de Qatar comunicaron a su peón que habían alcanzado un acuerdo privado con Blatter y Bin Hamman retiró su candidatura tras visitarlo en el cuartel general de la FIFA en Zúrich. En junio Blatter ganó las elecciones de calle y al mes siguiente Bin Hamman fue apartado del mundo del fútbol de por vida por la FIFA, una pantomima para dar imagen ética, pues lo cierto es que nunca se han revisado los resultados que logró la acción sancionada: la compra del Mundial para Qatar.

Tras ganar en 2011, Blatter prometió que no se presentaría a un cuarto mandato, debido a las acusaciones de soborno en las elecciones de aquel año. Además está enormemente cuestionado por las controvertidas adjudicaciones de los campeonatos Rusia 2018 y Qatar 2022, que han escocido muy especialmente en Inglaterra, que aspiraba al torneo que ganaron los árabes. Pese a todo, a un mes de las elecciones, Blatter vuelve a ser el eterno favorito, ya que cuenta con el apoyo de las asociaciones de Asia, África, Suramérica y Oceanía.

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