Fórmula 1McLaren, un coche más fiable

Arrancó el serial 2016 de la Fórmula 1 y el McLaren amaneció sin daños. Noticia por sí misma, ya que no está en los escritos lo que vivió el curso pasado la histórica escudería inglesa que fichó a Fernando Alonso para reflotar su prestigio. Soltaron a los coches en Montmeló como el mozo que suelta a los morlacos en San Fermín y la primera conclusión salta a los ojos. El McLaren que pilotó Jenson Button llegó a las seis de la tarde sin daños, sin nada que objetar, de una pieza. Fueron 83 vueltas. Una pila de kilómetros para el monoplaza que en 2015 se rompía cada fin de semana sin remedio.

Cualquier profano que se acerque a la Fórmula 1 escuchará frases almohadilla, repetitivas y concretas según la situación.

En los primeros entrenamientos de cada año lo que toca es «dar muchas vueltas a la pista, cuantas más mejor». Vettel dominó la tabla de tiempos en Barcelona, una ciudad colonizada por la feria del móvil, pero no el segmento que ahora cobra más valor. Hamilton se convirtió por unas horas en el hombre maratón. Dio 155 vueltas al trazado catalán, que tiene un perímetro de 4.650 metros. Es decir recorrió 720 kilómetros en un día y selló el segundo mejor crono de los concursantes. También parece evidente esta conclusión: Mercedes sigue fuera de órbita para sus oponentes.

En realidad, la F1 prosigue en el mismo hemisferio del pasado noviembre 2015, cuando concluyó el Mundial en Abu Dabi. Mercedes resulta un pasajero inalcanzable, Ferrari trata de armonizar una persecución potable, Williams se ha instalado en la franja de equipos rápidos y a la vera de ellos bracean Red Bull, Force India, Toro Rosso y Renault. El equipo americano Haas concretó un debut interesante. Manor es y será la cenicienta.

La novedad es McLaren. Como no podía hacerlo tan mal como en 2015, su primer peldaño de la escalera 2016 resultó esperanzador. El Gran Premio de España se ejecuta cada año en Montmeló a 66 vueltas. Button realizó 83 giros con el motor Honda de los escalofríos. Es decir, hubiese terminado la carrera en la sexta posición que ocupó por tiempos. Un clarísimo avance respecto a doce meses atrás.

El pasado febrero, Fernando Alonso estuvo más tiempo resoplando en el garaje del circuito de Jerez que al volante del McLaren. Solo dio seis vueltas en su reaparición con el grupo inglés, toda vez que el motor Honda que se estrenaba en la panza de ese coche ofreció toda una sinfonía de goteras. Fallos de todo tipo y el coche sin entrar en calor. Una vuelta y al box. Tres giros y al banquillo. Y así toda aquella jornada de penurias. Durante cuatro tandas de entrenamientos en 2015, el McLaren dio 79 giros. El lunes Button hizo 83.

Otra cosa es el ritmo, la capacidad de consumir kilómetros a una alta velocidad de crucero. Por ahí no se reveló un coche rápido. Button hizo su mejor tiempo cuando paró para montar neumáticos blandos, los que mejor se deslizan. Pero da la impresión de que en Honda han comenzado la casa por los cimientos. Primero, tratan de lograr que el motor no se rompa, se detenga o dimita por insuficiencia funcional. Y después, intentarán que sea veloz. Una táctica a lo Simeone y su partido a partido. Lo primordial es mantener la portería a cero, el gol ya llegará. «Hemos recuperado la confianza en nuestro coche», resumió Eric Boullier, el jefe del equipo.

Carlos Sainz dio 55 giros con el Toro Rosso y motor Ferrari. Se ubicó en la séptima plaza, detrás de Button. «Se nota la mayor potencia -dijo el madrileño. Y eso facilita todas las cosas».