Fórmula 1 | GP de BélgicaEl mejor McLaren en dos años

De vez en cuando la Fórmula 1 abandona los cánones, los guiones establecidos y se deja ir hacia una bendita locura. El deporte que sedujo a los aficionados españoles hace una década se expresó de nuevo en su esplendor en Spa Francorchamps, el mejor circuito del calendario, allí donde apenas se pisa el freno y se enlazan curvas a toda pastilla. Fue bonito todo, la salida, las disputas, los piques entre pilotos, la carrera de Alonso, el ritmo del McLaren y las incidencias de un mediodía en las Árdenas. Ganó uno de los de siempre, Rosberg, pero con sudores, ya que Hamilton escaló desde la última fila al podio (tercero). Fue magnífico el rendimiento de Fernando Alonso, también en el pozo de la salida y séptimo en la meta después de navegar muchos kilómetros en cuarta posición.

El McLaren empieza a funcionar.

[Resultados del GP de Bélgica]

En seis vueltas pasó de todo. Una salida de bisontes, Verstappen desplazado por su mal inicio y colérico en la primera curva, provocó un mini accidente entre los dos Ferraris y su Red Bull. En el mismo giro pinchó Carlos Sainz, quien trató con pundonor de llevar el coche destrozado hasta el garaje. Sin éxito. Hubo fuego en el Ferrari de Raikkonen, quien volvió a pista a ajustar cuentas con Verstappen.

Y en el frenesí de historias confluyentes, el núcleo duro. Los dos mejores pilotos de la F1 dieron un curso gratis. Alonso terminó la primera vuelta en la posición 11 y Hamilton 13. Magníficos ambos. Se suponía la velocidad al Mercedes, pero no al McLaren, cuyo rendimiento sorprendió por inusual. Ni se rompió ni perdió aceite, ni agua, ni nada. El motor Honda corrió al nivel de otros muchos. Durante muchas vueltas, solo medio segundo más lento que el Mercedes de Rosberg. El mejor McLaren en dos años.

Alonso atisbó el podio cuando viajó cuarto después del coche de seguridad que entró en pista por el tremendo accidente de Magnussen (al final, detenida la carrera con bandera roja). La ensoñación duró lo que tardó Hamilton en barrer a la competencia, escalar al tercer puesto y acosar a Rosberg desde la distancia. Luego los bólidos con más motor pasaron a Alonso (Checo Pérez y el Force India, Vettel y el Ferrari), pero la progresión quedó ahí. Evidente.

El tramo final del gran premio distribuyó los papeles con orden. Rosberg no se asustó y ganó. Ricciardo no se dejó comer la tostada por Hamilton. Y Alonso doblegó con sus manos la resistencia de Massa, Bottas y Raikkonen.