Gran Premio de AzerbayánBakú amargo para España

Alonso y Sainz se retiran por problemas en sus coches. Victoria de Rosberg y un gran podio del mexicano Checo Pérez

BAKÚ Actualizado: Guardar
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Un largo viaje, un lugar recóndito del planeta, un circuito maravilloso por desafiante y un estreno amargo para los españoles. Bakú, la República de Azerbayán, decretó una sentencia agria para los pilotos ibéricos. Solo hubo cuatro retirados en el Gran Premio de Europa y dos fueron Fernando Alonso y Carlos Sainz. Problemas de diversa índole en el McLaren y el Toro Rosso los eliminaron de la carrera. Sin despeinarse, con el codo enla ventanilla, Nico Rosberg consiguió la quinta victoria de ocho posibles en este curso y amplía su ventaja sobre Hamilton, cruzado el inglés en Bakú. Son 24 puntos. El mexicano Checo Pérez firmó la imagen del día: un adelantamiento en la última vuelta a Raikkonen que le otorgó el tercer puesto y otro podio.

El estreno de Bakú decepcionó en términos de emoción. El trazado anunciaba dramatismo y acción, pero la tarde azerí derivó en una anodina sucesión de vueltas sin incertidumbre a la que se ha acostumbrado en los últimos tiempos la F1.

Esta vez fue el azar de la naturaleza y la pericia de los pilotos. Bakú propone diversión, una especie de Mónaco lleno de ratoneras y la escapatoria de una larguísima recta para darle al gas. Pero nadie se fue delos carriles, ningún piloto cometió un error, y las disputas entre coches y ambiciones quedaron resueltas en la final de la autopista de 2,1 kilómetros de acceso al puerto de Bakú.

Sin coches de seguridad ni anomalías de otro tipo, la carrera se resolvió demasiado pronto. Una buena salida de Rosberg, el «furius» habitual de Hamilton remontando por detrás y un buen rendimiento de los Ferrari. También de los Force India, que se han convertido, con su patrón en busca y captura, en el nuevo equipo descollante.

Fue sobresaliente la acción final de Checo Pérez. Exprimió la velocidad de su Force India y su motor Mercedes y la indolencia de Raikkonen, con cara de jubilado ya en la F1. Lo pasó como un avión al entrar en la última vuelta y le dedicó el podio a su gente. «Se lo regaló a mi país, que merece disfrutar», soltó el mexicano.

Fernando Alonso no tuvo velocidad en la recta. Se manejó solvente en las curvas de la ciudad vieja y apuntó durante muchas vueltas a los puntos, pero en la circunvalación se le iba a la vida. Perdió algunas posiciones cuando viajaba en torno al 10-11 y terminó por retirarse por un problema en la caja de cambios.

Carlos Sainz también padeció. Una avería en las suspensiones de su Toro Rosso lo aparcaron en la curva 1 cuando había ejecutado una meritoria remontada.

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