Vuelta a España 2016

El hermoso homenaje del Orica a un niño fallecido

El equipo australiano instaló una pegatina en todas sus bicicletas para recordar a un aficionado de 12 años que murió víctima de un cáncer

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Durante la Vuelta a España 2016, se han podido observar diferentes gestos que honran a la deportividad en el ciclismo. La ronda española llegó a Formigal y, con ella, una vibrante etapa en la que Nairo Quintana y Alberto Contador han decidido dinamitar la competición con un ataque muy lejos de la meta, en el capítulo más corto de todos.

Sin embargo, hay un gesto que ha sobresalido más allá de lo puramente deportivo. El Orica, equipo australiano, tuvo un gran detalle al homenajear a Pablo Sanz, un niño de 12 años muy aficionado al ciclismo fallecido el pasado mayo víctima de un cáncer. La historia del chico sobrecogió a numerosos ciclistas profesionales. Pese a estar amputado de una pierna, su sueño seguía siendo ser ciclista profesional y, de hecho, formaba parte de la Escuela Ciclista de Zaragoza.

Por ello, aprovechando que la Vuelta recorría las tierras oscenses, el Orica decidió instalar una pegatina en todas sus bicicletas con el nombre del pequeño y el dorsal que utilizaba (Pablo Sanz, 53). También portaron un lazo amarillo en solidaridad con la lucha contra el cáncer infantil. Una historia muy triste, pero que deja una enseñanza a través de una frase que Pablo Sanz nos dejó: «He vivido a tope, he sido muy feliz y he realizado todo lo que me gustaba. A todos los que me conocisteis, os mando mi fuerza para que seáis felices y nunca os pongáis límites. Siempre no se gana, pero hacerlo, intentarlo y sobre todo disfrutarlo es la mayor de las victorias».

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