Cádiz CF

Señales de impotencia y nervios

El Cádiz CF, como reconoce su propio entrenador, no está bien

Theo Vargas

El portero Sergio Herrera se convirtió en protagonista del partido.

En los casi treinta años que llevo sin perderme un partido retransmitiendo los encuentros del Cádiz CF jamás me encontré con situación semejante a la vivida ante Osasuna en la noche del sábado. Jamás viví como se fallaban tres penaltis, aunque la realidad indicaba que dos, y como el contrario marcaba en dos de las tres ocasiones que tuvo en la segunda parte. Estamos, espero que circunstancialmente, ante un Cádiz CF que da señales de impotencia y con demasiados nervios. Y que lleva cuatro jornadas sin marcar un gol, lo que comienza a preocupar a una afición que tampoco entiende lo que pasa al equipo, aunque debe continuar apoyando, más que nunca si cabe, dadas las actuales circunstancias

Como aficionado cadista que soy, me quedo con detalles que para mí al menos en este partido son especiales. Entiendo que Cuadra Fernández, el árbitro balear que dirigió el encuentro, fue el menos criticado de las décadas que he visto al equipo amarillo. Eso sí, para mí al menos, tuvo un fallo garrafal. Justo cuando señaló el primero de los penaltis, por agresión de Herrera a Servando. El colegiado, con reglamento en mano, debió expulsar al agresor y no lo hizo. Anecdóticamente, el guardameta se convirtió en el héroe de su equipo.

Pero hubo más. En El Larguero de la Ser, escuché al portero comentar que sabía perfectamente hacia donde iban a lanzar el primero y el segundo de los penaltis. Eso sí, dejó claro que en el tercero hubo suerte porque no tenía ni la más remota idea de donde podía lanzar Barral. Pero también lo detuvo, y certificó una noche de ensueño, si bien dejó claro que años atrás en categorías inferiores paraba una tripleta de penas máximas que igualó en Carranza.

Algo que igualmente me llamó poderosamente la atención fue el constante cambio de viento. Lo comentaron algunos futbolistas y no les faltaba razón. Eolo se portó chocante con los futbolistas de uno y otro conjunto y se dejó notar negativamente. Sumemos también que los cadistas terminaron en inferioridad numérica por lesión de Mauro. O sea, noche triste que no había por donde cogerla. Todo se volvió en contra, menos la presencia de Álvaro García sobre el césped, demostrando que en próximas fechas estará en condiciones de deleitarnos pleno de facultades.

Entiendo que afortunadamente esta semana hay demasiado fútbol y el equipo de Cervera está en la obligación de sumar un par de victorias consecutivas. Y el calendario, en principio, no es malo del todo. Este miércoles se viaja a Sevilla, donde nos recibirá un equipo demasiado joven que aun no ha ganado un partido de los ocho disputados. Arma de doble filo pero el técnico cadista sabe la importancia que tiene sumar tres puntos que darán fuerza al equipo, bien acompañados por sus seguidores. Luego, el sábado, en Carranza, llegará la Cultural Leonesa. Queramos o no, conjunto inferior a Osasuna, que puede servir a los amarillos para mejorar ostensiblemente. El equipo, como decía Cervera en la noche del sábado, no está bien. Es momento de rectificar errores, y es lo que esperamos. Eso sí, seguro que los propios jugadores buscarán en los entrenos mejorar ostensiblemente desde los once metros. Falta les hace.

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