CÁDIZ CF

Cabreo por impotencia

«Los nuestros no se anticipaban en acción alguna y para colmo encajaban un gol de colegio tras monumental error de Aridane»

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La afición cadista, triste por la derrota ante el Nàstic.
La afición cadista, triste por la derrota ante el Nàstic.

No me gustó absolutamente nada el equipo de Cervera en la segunda parte de Tarragona. Es más, me cabreó bastante la impotencia que sentía al ver que los nuestros no se anticipaban en acción alguna y para colmo encajaban un gol de colegio tras monumental error de Aridane.

Lo que pudo ser no fue al final. Mientras en la primera parte se robaban balones una y otra vez, ejerciendo una buena presión ante un rival que flojeaba en cobertura, con oportunidad de Ortuño que se nos fue por centímetros, en la reanudación se cambiaron las tornas. Ni los cambios dieron resultado, ni al equipo se le veía fuelle para mínimamente igualar la contienda.

De las manifestaciones post-partido, me quedo con las declaraciones de Garrido, pronunciándose con claridad al concretar que el Nàstic ganó al Cádiz con su propia medicina.

Y lleva razón, como también la lleva mi compañero José María Aguilera comentando que si se busca un aprobado rapado se termina encontrando el suspenso.

Y fue eso lo que le pasó al Cádiz en tierras tarraconenses. La impotencia cadista aumentaba en los últimos minutos de partido, cuando veíamos al astuto portero Dimitrievski perdiendo tiempo, entiendo que fingiendo molestias, que por cierto no descontó el colegiado. Hubiese dado lo mismo, pues con media hora de descuento, a los nuestros se les veía incapaces de igualar el partido.

No podemos pasar por alto cómo te hacen el gol. En una contra, acción esta donde nuestro submarino nunca encaja. Lleva razón Cervera cuando dice que “somos el Cádiz y ganamos donde podemos, no donde queremos”. De esta derrota deben sacarse cosas positivas, entendiendo que un punto era bueno, lo que no entendieron muchos futbolistas. El gol tarraconense acabó con los nuestros y una racha de siete partidos consecutivos sin perder. Y eso duele, y de qué forma.

Decepción pasada, solo cabe pensar en el próximo partido. Un histórico Real Zaragoza visitará Carranza. Y viene Raúl Agné, el entrenador que acabó con la paciencia de los cadistas y con la mía propia, que me vi obligado a no seguir narrando un partido en Lorca para dar paso a los oyentes sintiendo vergüenza de cómo machacaban a mi Cádiz sobre el césped del Artés Carrasco. Un nefasto técnico que supongo por un magnifico apadrinaje dirige al equipo maño.

Derrotar a un conjunto que tiene en sus filas a jugadores como Xumetra, Lanzarote o Cani no será empresa fácil, y eso lo sabe Cervera. El Ramón de Carranza, como siempre, registrará una magnífica entrada y al equipo no le faltará apoyo. Eso sí, la mentalidad de los amarillos debe ser muy diferente a la mostrada en la reanudación del encuentro disputado en Tarragona. Sólo así entenderemos que lo vivido ante el Nàstic fue un mero accidente.

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