Cádiz CF

La pizarra del Cádiz CF 0-0 Nástic

Los amarillos perdonan oportunidades y un penalti en un partido donde no se notan las bajas y Cervera lo pone todo en ataque

Rubén López
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Ortuño, en un partido con el Cádiz CF en Carranza.
Ortuño, en un partido con el Cádiz CF en Carranza.

Atascados en Carranza

Cuarto partido consecutivo como local sin victoria del Cádiz CF. El equipo parece más suelto lejos de Carranza que en casa, y eso no es nada bueno. Las cosas como son, todo parece una cuestión de puntería, pues más o menos ocasiones, los amarillos las crean y ante el Nástic tuvo una muy clara nada más comenzar de Salvi y dos de Ortuño; un remate de cabeza y el penalti errado al final.

Si bien Cifuentes salvó un punto milagroso en el descuento, al Cádiz CF le costó crear peligro en la primera mitad mientras que en la segunda fue más incisivo. Las bajas atrás apenas se notaron con un Sankaré que lideró la zaga y dos bandas que se fueron animando poco a poco.

Con la recta final, Cervera movió el árbol buscando el fruto poniendo en el verde todo lo ofensivo que tenía, incluso jugándosela sin Garrido y sin Luis Ruiz en los minutos finales, tachando la imagen de entrenador defensivo con la que algunos le señalan. 

No sirvió e incluso pudo costarle caro a un Cádiz que tuvo un desorden final que no gustó nada al entrenador cadista.

1. Las bajas no se notan

Tres cambios en la línea defensiva y casi nadie se acordó de los ausentes. Quizás por momentos se notaba que Carpio no estaba en la derecha por las imprecisiones de Malón, pero éste se fue animando poco a poco teniendo incluso protagonismo en ataque. Mismo caso que en la izquierda con Luis Ruiz y con Servando en el centro de la zaga. Todos a muy buen nivel, sobre todo el isleño que no dio cancha a sus rivales. Eso sí, todos liderados por un excelso Sankaré que cuajó de sus mejores partidos de la temporada.

Cervera dijo en la previa del partido que quién lo hacía bien se podía ganar la continuidad. Ante el Nástic, fueron varios los jugadores que llamaron a la puerta de la titularidad.

2. Un penalti que pudo cambiarlo todo

La jugada sin duda del partido que se fue al limbo. En un choque de pocas ocasiones, un penalti puede ser casi tres puntos y seguramente si Ortuño hubiera transformado la pena máxima el encuentro habría sido otro. Una oportunidad importante, que no la única. Salvi tuvo una muy clara, parecida a las dos que tuvo en Alcorcón, nada más arrancar el partido. Un gol en el primer minuto que viendo a este Cádiz CF y como desarrolla los partidos, puede ser medio encuentro en el bolsillo.

El equipo crea ocasiones, unos partidos más que otras, pero las crea y algunas de ellas son muy claras. A este nivel de exigencia de la competición y con una fase de ascenso en juego, los amarillos no pueden permitirse errar oportunidades gol de tanta claridad. Asimismo, un Cádiz CF que lucha por este objetivo no debe dejar escapar puntos en casa, sobre todo en la recta final de la temporada. 

3. Cervera se la juega

¿Quién dijo que Álvaro Cervera es ‘amarrategui’? Con uno más en el campo y quedando quince minutos por delante, el técnico demostró valentía y ganas de lograr los tres puntos ante el Nástic. Hizo primero un relevo en la banda con Nico Hidalgo por Salvi, no fue el día de ninguno de los dos. Después, puso todo lo que tenía en el campo quitando a Garrido y Luis Ruiz por Abdullah y Aitor. Defensa de tres y centro del campo sin el jugador defensivo, una apuesta con la que el técnico pretendía dar mordiente arriba al equipo de cara a conseguir una victoria que no llegó.

Una demostración más de Álvaro Cervera y su buen análisis del juego. Sabe qué tiene que poner en ataque cuando lo necesita su equipo.

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