Cádiz CF

Exigencias del guion

Los éxitos de este equipo se han sustentado en la solidez defensiva

Pepe Reyes
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José Mari reparte el juego en el partido ante el Numancia.
José Mari reparte el juego en el partido ante el Numancia.

Desde que Álvaro Cervera llegara al banquillo del Cádiz CF, las ruedas de prensa suelen constituir todo un elogio a la transparencia y al sentido común. Lejos de eludir preguntas o esquivar cuestiones con enojosos circunloquios, como tantos profesionales del fútbol suelen hacer, el entrenador mallorquín nos obsequia siempre con un análisis pormenorizado, razonado y sencillo de lo acontecido en el terreno de juego.

Hasta la fecha, y por extraño que pueda parecer, los partidos que él explica coinciden exactamente con lo contemplado desde la grada. Lo expuesto el pasado domingo por Cervera tras el encuentro en Soria, no supuso, en este aspecto, ninguna excepción. En lugar de vanagloriarse por la victoria conseguida y sacar pecho por lo contundente del resultado, ubicó su énfasis en la peligrosa incertidumbre en que el Cádiz CF convirtió el partido tras adelantarse en el marcador.

Como ya ocurriera en Elche, los amarillos fueron incapaces de aprovechar su superioridad numérica para traducirla en dominio y ocasiones. No sólo no consiguieron esto sino que, a base de continuas pérdidas de balón, concedieron vida y se vieron acorralados por un rival, cuya única baza ofensiva consistía en faltas, centros, saques de esquina y el consiguiente barullo que éstos pudieran generar. Varias ocasiones claras de contragolpe, en las que incluso se contaban más delanteros amarillos que defensores locales, se veían desesperantemente truncadas por la mala ejecución de un pase, por un erróneo control o por la equivocada elección de la jugada.

Tensa situación para la afición cadista, no resuelta hasta las mismas postrimerías del choque con la correcta culminación, por fin, de sendos contraataques. Circunstancia que, observada por el prisma clarificador del míster, vino motivada por la obcecación de los jugadores en pretender jugar a lo que no están preparados ni organizados para hacerlo. Los éxitos de este equipo se han sustentado en la solidez defensiva, en la permanente ayuda que se brindan unos jugadores a otros y en la búsqueda rápida de la portería contraria mediante escasos y precisos toques. Siempre que el equipo ha querido cambiar este aprendido guión, le ha concedido ventaja a los rivales.

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