CÁDIZ CF

Vizcaíno, al contragolpe

Radiografía de una tertulia: el presidente pasa a la ofensiva

José María Aguilera
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Manuel Vizcaíno, presidente del Cádiz CF.
Manuel Vizcaíno, presidente del Cádiz CF.

A la ofensiva. ¿La mejor defensa no es un buen ataque? Manuel Vizcaíno suelta el escudo y desenvaina la espada. La tertulia de la Cadena Ser ilustraba su mal momento personal, con ataques de parte de su hinchada y embates continuos desde la trinchera nazarí. Avanzó en su momento que se guardaría su opinión para el final de la temporada, y se esperaba una faena de aliño en El Faro, pero el sevillano, agresivo ante lo que consideran “ataques injustificados” y “acusaciones de oídas”, daba un paso al frente y respondía con claridad, vehemencia y en cierto modo sensatez a los interrogantes que amenazan la actualidad cadista. Se podrá críticar su actitud, su forma de ser y de hablar, hasta su acento; te lo podrás creer o no, allá cada cual, pero el presidente del Cádiz CF no se ha guardado casi nada en esta guerra que ya no es fría y puede pasar de la guerrilla a la lucha abierta.

Ya conocen cual será la víctima colateral.

1. Relación con Pina. Quebrantada. Vizcaíno tragó saliva envolviendo su propio ego en el septiembre negro. Aguantó estoico las arremetidas del murciano, los golpes a las claritas del día y las patadas por debajo de la mesa. Mintió al negar una mala relación hasta que la realidad le aplastó, pero siempre mantuvo el hilo de la esperanza, el resquicio en la puerta para reconducir un matrimonio de conveniencia. Ya la ha cerrado definitivamente y ahora habrá que tirar el tabique. “No me fío de la palabra de Quique… El 1 de junio hubo un paso atrás y después se quiso volver a un estatus cuando ya habían pasado asuntos con actuaciones mafiosas”. David Buitrago, hombre de Pina, le pide un mandato compartido, mancomunado, algo lógico entre dos empresarios que tienen el 50% de una sociedad. Pero el sevillano tiene el poder como administrador único y se niega porque ‘sería meter al enemigo en casa’. Es probable que pidiera la disolución de Locos por el Balón, y Vizcaíno sólo estaría dispuesto si se lo pide un juez. A la espera de la cacareada denuncia de Buitrago.

2. La crítica de la afición. Vizcaíno señaló meses ha que si Carranza entero pedía su destitución, recogería sus bártulos, tomaría sus petates y se iría por donde llegó. Aún no se ha producido esta crítica situación, si bien desde fondo sur, donde se ubica Brigadas Amarillas, ya son constantes las proclamas contra el mandatario, la pancarta exigiendo su dimisión, y se han producido pintadas contra su persona en los aledaños del estadio. No lo dice pero piensa que están siendo manipulados por intereses ajenos. Considera que son “ataques gratuitos”, sin papeles de por medio y nada más que reproduciendo los argumentos del ‘enemigo’, y los asume, salvo aquellos personales “que no los voy a permitir”. La prueba es que se ha querellado contra el informador Carlos Medina por estafa y extorsión, obligando a declarar a Pina como testigo, y ha denunciado las pintadas insultantes a la espera de encontrar a los autores.

3. La economía, en entredicho. Las cuentas de una sociedad anónima son privadas y el presidente se ha encargado de bajar aún más el telón y aumentar la opacidad con respecto a los números al impedir el acceso de la prensa y los accionistas minoritarios a las juntas generales. Pero las filtraciones han salido desde dentro, y por ello se conocen los contratos de cantera con Sevilla y Villarreal y la relación de Locos por el Balón con Doyen Sport. Se afirma que el Cádiz CF está hundido económicamente, si bien la realidad es que los empleados y futbolistas están al día, se fichó a siete jugadores en invierno, se ha destituido a Claudio pese a la penalización y se ha firmado a un nuevo entrenador. Ya es cuestión de creer en su palabra, o de temer que miente y el pufo tremendo se descubrirá en las próximas fechas, pero eso es pura especulación en este momento. Con respecto a Doyen tendrá que lidiar e hilar fino para retrasar el reintegro del millón de euros hasta enero de 2018, como pretende y asegura que está firmado.

El Cádiz CF está en la ruina y en cambio se dan puñaladas por comprar las acciones; hasta el presidente del Elche”. Con esta sintomática frase ilustra Vizcaíno la situación económica de la entidad.

4. Un proyecto futuro más barato. “Para el año que viene habrá que gastar menos si no subimos“. Toda una declaración de intenciones del presidente eclipsada por los asuntos extradeportivos. Pero el Cádiz CF es una Sociedad Anónima Deportiva y todo, absolutamente todo, resulta condicionado por los éxitos o fracasos que se sucedan sobre el terreno de juego. Lejos de discursos grandilocuentes, Vizcaíno admite la posibilidad de que este nefasto curso no acabe en ascenso, y adelanta que en la futura campaña (con él al mando) se acabarán los dispendios y se apostará por una plantilla más barata. Vende un proyecto con menos urgencias, difícil de aceptar para quienes no digieren que su equipo compite en Segunda B, pero más real, “sin dopaje financiero”, “sin jugárselo al todo o nada” dejando cada verano en suspense el futuro de la entidad. El club invertirá lo que genere con su gestión, y se le podrá criticar que él no ponga dinero de su bolsillo, pero debe dejar de vivir por encima de sus posibilidades.

A todo esto. Restan tres partidos para el final de la liga regular y la promoción del ascenso se encuentra a la vuelta de la esquina. ¿No merece el Cádiz CF una tregua? Hasta en las guerras más cruentas hay días especiales en los que se detienen los bombardeos. Dejen respirar. Ya habrá tiempo este verano para poner a cada cual en su sitio.

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