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Cádiz CF-Sevilla Atlético: Victoria por inercia

Con la pegada de Ortuño, el desborde de Alvarito y la solidez defensiva, el sistema táctico queda a un lado

José María Aguilera
Actualizado: Guardar
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Roberto Perera da instrucciones desde el banquillo del Cádiz CF.
Roberto Perera da instrucciones desde el banquillo del Cádiz CF.

El Cádiz CF tiene un estilo perfectamente reconocible, y destila su idea de fútbol por encima del sistema de juego o los futbolistas. Cervera recuperó el dibujo de antaño y las piezas del plantel lo llevaron al éxito merced a aspectos más allá de cuestiones tácticas: Intensidad y competitividad, solidez defensiva y una contundencia inusitada en ataque. Sorprendían los amarillos por su pegada, por su eficacia, virtud cuando antes era carencia y con la que fulminó a un Sevilla Atlético que tuvo más la pelota, pero no supo qué hacer con ella. Los de Carranza, por el contrario, lo tienen muy claro. Esté Cervera en el banquillo o se siente su ayudante Roberto Perera.

1.- Regreso al doble pivote

El triángulo en la medular reviste sentido con José Mari sobre el terreno de juego.

Si se encuentra en la enfermería, Eddy Silvestre (ni por supuesto Mantecón) no cuenta con galones, juego, veteranía, sentido táctico, calidad.. y un largo etcétera para suplir la llorada ausencia del roteño. Así que el míster recuperaba el doble pivote, con Garrido en funciones defensivas y Abdullah con el objetivo de sacar limpio el balón.

Bien, con matices. El de Barakaldo cumplió de sobra para frenar el juego de los sevillistas por dentro, apoyando a Aridane y Sankaré y logrando cortocircuitar el fútbol franjirrojo. Borja Lasso no apareció. Sin embargo, entre ambos no conseguían mantener la bola en poder del Cádiz CF, lo perdían con facilidad y así no marcaban el ritmo con el esférico pese a la superioridad manifiesta de los locales.

2.- El gol inicial y los espacios

El Cádiz CF se encuentra muy cómodo sin el balón, incluso más que con el cuero en sus pies. De ahí que el gol inicial sea clave para allanar el camino hacia el triunfo. Al igual que ante el Zaragoza, los amarillos salieron muy enchufados, presionando arriba y ahogando la salida de balón de un adversario que quería hilar su juego pero se veía sobrepasado. Eso fue en los primeros minutos.

No obstante, este plantel es demoledor no tan arriba, sino cuando roba más atrás y dispone de más espacio para explotar su velocidad. Es su clave. Espera detrás del ecuador del rectángulo de juego y con Alvarito y Brian por izquierda más quien se apunte por derecha (Nico o Salvi) se lanza con rapidez y desborda al enemigo. Para ello es clave adelantarse en el marcador: para que el contrario adelante líneas con la pelota y para que la hinchada local no se desespere y entren los nervios.

3.- Alvarito termina por dentro

Es una constante en las últimas semanas, incluso ya meses. Álvaro García inicia la contienda pegado a la banda izquierda pero mediada la segunda parte cae al interior para acompañar a Ortuño. Así creaba varias ocasiones de gol, entre ellas la suya bien repelida por Diego, con un inspirado Salvi por derecha y Rubén caído a la zurda.

Lástima que pese a la goleada y el buen juego desplegado, el mediapunta sevillano no pudiera unirse a la fiesta. Muy disciplinado, bregando en defensa, desfalleciendo en la presión y aportando centímetros en el juego aéreo, le falta oxígeno para que sus piernas demuestren la calidad que atesora. No logró conectar el centro del campo con la delantera, aunque poca falta hizo.

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