CÁDIZ CF

La pizarra del Cádiz CF 1-0 Tenerife

Cervera y sus hombres vuelven a demostrar que, salvo que suceda lo contrario, el Cádiz CF sabe jugar sus cartas como nadie en el 'play off'

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Rubén Cruz fue la sorpresa en el once del Cádiz CF.
Rubén Cruz fue la sorpresa en el once del Cádiz CF.

Como peces en el agua

El Cádiz CF pasó por encima del CD Tenerife, una escuadra muy pareja al equipo gaditano. Los hombres de Cervera jugaron mejor sus cartas ante un rival noqueado y desconocido. Con un segundo tiempo imperial, no es menos cierto que los amarillos se marcharon con un resultado algo corto tras lo visto sobre el césped. El 1-0 de la ida habrá que defenderlo con uñas y dientes en el Heliodoro, otro feudo que aprieta. Eso sí, Cervera y su Cádiz CF saben jugar como nadie en un ‘play off’.

1.Presión asfixiante para cortocircuitar al Tenerife

Cervera tenía muy claro el plan y sus jugadores lo plasmaron a las mil maravillas sobre el césped de Carranza.

Salvo unos primeros compases de tanteo en los que los insulares trataron de manejar el esférico, el Cádiz CF tomó el mando del encuentro a base de intensidad, tesón y derroche. El Tenerife siempre estuvo incómodo y apenas puso en apuros a Cifuentes (sólo ‘Choco’ Lozano lo intentó con relativo peligro en un disparo que no fue a puerta en la recta final). El encuentro tuvo un color claro: el amarillo.

Alentados por la grada en una comunión perfecta, todos los cadistas lucharon hasta la extenuación. Desde la solidez defensiva hasta el compromiso de Rubén Cruz y los extremos, sin olvidar un asunto fundamental: Garrido y José Mari siempre salieron victoriosos en la medular ante un rival desbordado y que optó por las faltas con el fin de detener el juego.

Y eso que Martí tenía variantes y alternativas sobre el césped (Gaku Shibasaki, Vitolo y Aitor Sanz intercambiaban sus posiciones, mientras que Tayron, Aarón Ñíguez y Amath también buscaban sorprender con su movilidad) y desde el banquillo (‘Choco’ Lozano y Suso Santana se presentaban como revulsivos). Sin embargo, el Cádiz CF empequeñeció a un adversario con muchas armas que ya había demostrado en Carranza su potencial. Esta vez la historia fue diferente. Los amarillos ganaron por asfixia. A su estilo en el momento clave.

2. Rubén Cruz, sorpresa en el once: Cervera juega sus cartas

Todos daban por segura la titularidad de Ortuño después del descanso en Valladolid y… ¡zas! El entrenador cadista jugó sus cartas, dio la titularidad a Rubén Cruz y la jugada salió a la perfección. Bien es cierto que el utrerano no es un ‘killer’ (aún no ha marcado esta temporada), pero Cervera sabía a qué jugaba. Lo avisó minutos antes en los micrófonos de ‘Movistar + El Partidazo’: «Ellos manejan muy bien el balón y debemos pararlos desde arriba. Con Rubén tenemos más trabajo en esa zona». Martí, sorprendido por la ausencia del murciano, no reaccionó a tiempo.

Curiosamente, Rubén Cruz no era titular desde la anterior visita del Tenerife en el mes de marzo. Entonces desapareció hasta su regreso exitoso como revulsivo ante el Elche. Trabajó en silencio, supo aguardar su momento y se ganó ovación del cadismo. Su partido fue tremendo.

Ortuño, por su parte, no pasa por su mejor momento. No marca desde mediados de abril en Huesca y no está tan fino como en la primera vuelta. Ante el equipo de Martí apenas tuvo diez minutos, pero también puede ser importante. Quizá su oportunidad llegue en el Heliodoro. Más descansado. Cervera también ha avisado: uno de sus goles puede valer un ascenso. Palabra de mito.

3. Equipo de ‘play off’, jugadores de Primera

Ya quedó demostrado la temporada pasada y ahora la historia se inicia con el mismo guion. Cervera y sus hombres se mueven como peces en el agua en el ‘play off’ de ascenso. El Cádiz CF explota sus virtudes y forma un bloque seguro y compacto. Ahí está la clave de un éxito que se hace inmenso con las genialidades de jugadores de otra categoría. Futbolistas como Álvaro García y Aketxe piden a gritos un sitio en Primera. Se lo han ganado a pulso. El veloz extremo utrerano (ya debutó en la máxima categoría en las filas del Granada) demostró una vez más que su temporadón no es casualidad. Desborde, velocidad, insistencia, desparpajo, derroche, compromiso… Mil y una condiciones que hacen que sea seguido por clubes como el Betis. Esta vez le tocó sufrirlo a Raúl Cámara. Seguro que soñó con él.

Del vizcaíno poco más hay que decir. Maestro a balón parado, esta vez dejó su sello con un chut en jugada. Su golpeo es portentoso, su calidad es indiscutible. San Mamés le reclama. En el Cádiz CF se ha doctorado. En su caso se demuestra que el mercado de invierno puede servir para mucho.

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