CÁDIZ CF

Sporting-Cádiz CF (1-0) Toca preocuparse

Un gol de Álvaro Vázquez retrata a un líder que sigue sin salir de su extraña depresión

Alfonso Carbonell

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No queda otra. Ya toca preocuparse. El espejismo de esas tres jornadas donde se sumaron siete puntos sin juego alguno ante Racing, Zaragoza y Las Palmas, ya es agua pasada. El Cádiz CF está en crisis desde que a final de año  perdiera en casa ante el Numancia y su entrenador lo sabe. Los refuerzos no están dando lo esperado y, lo que es más preocupante, le están haciendo al entrenador tener que pensar de otra manera distinta a lo que siempre ha pensado. Le honra que quiera más pegada, pero se está interesando más en el ataque que en amarrar una defensa que hace aguas ante cualquier tipo de rival. Porque la impresión es que a este Cádiz CF le llegan de cualquier manera y sin mecanismos muy complejos. Este viernes se ha perdido en Gijón ante un equipo tocón, pero es que el pasado domingo se cayó ante un Málaga de lo más conservador. Hay que preocuparse porque el líder está perdiendo el respeto y eso, en esta categoría tan salvaje, se huele a leguas.

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Ni dos delanteros puros ni un 4-2-3-1 claro. Así es Cervera, un entrenador que se encuentra en un momento delicado en su búsqueda del gol y que sorprendió a todos con un ataque en el que introdujo en la punta del ataque a Álvaro Giménez para desplazar a la banda izquierda, donde se ausentaba por sanción Perea, a Nano Mesa. Ni Salvi a pierna cambiada para dejar a Iván Alejo en la diestra ni al deseado Jurado. Así que el once dejó a más de uno decepcionado pero contemplativo a la espera de que el planteamiento diera más resultados que otros onces que el técnico saca con mayor capacidad de convencimiento pero nulo resultado. Lo que sí se esperaba y estuvo fue la vuelta de José Mari a la sala de máquinas junto a Garrido y Álex Fernández como mediapunta.

Fiel al guión establecido, el Sporting tomó las riendas del partido desde el pitido inicial. El Cádiz CF, muy metido en su campo, entregaba el balón sin que se lo preguntasen siquiera y los asturianos se beneficiaban de él para mantener el cálido ambiente que se vivía en El Molinón. Pese a todo, el primer disparo a puerta fue amarillo después de un golpe franco lejano de Iza que fue rechazado sin problemas por Mariño. La respuesta fue rápida y la puso Manu García, que cerca estuvo de probar a Cifuentes tras sobrepasar la línea medular del Cádz CF y armar la pierna para chutar para encontrarse con Cala, que, providencial, apareció raudo y veloz  para sabotear la escapada del canterano sportinguista.

No estaba cómodo el Cádiz CF a pesar de que el panorama no era muy distinto a otros encuentros de la primera vuelta. Y no lo estaba porque el Sporting encontraba lo que quería. Y eso no era otra cosa que acercamientos al área de Cifuentes con cierta facilidad y rapidez. Tan bien estaba el once gijonés que tocaba y tocaba el balón con claridad sin que el once amarillo presentase oposición y fue así como pudo llegar el primero tras un balón trenzado en el centro del campo que se abrió a la banda para la subida del lateral Bogdan, que con un caño a Espino, se presentaba ante Cifuentes para disparar raso buscando el palo largo pero encontrándose con la mano salvadora del arquero cadista.

Corría el minuto 25 y las cosas se nublaban demasiado para un Cádiz CF que casi ve la luz a los dos minutos después de dos ocasiones seguidas muy claras. En la primera, Fali, con un zurdazo a la salida de un córner, forzó otro saque de esquina al despejar Mariño. Y si esa estuvo cerca, más aún lo estuvo la siguiente. Álex centraba desde el banderín y Álvaro Giménez cabeceaba al palo sin que Nano Mesa pudiera empujarla en la boca de gol.

Y es que en la batalla, este Cádiz CF es el más guerrero . Porque tuvo que ser la ocasión de Bogdan la que hiciera que los de Cervera se espabilasen. Y de qué manera. Lo cierto es que el partido se abrió para encanto de los espectadores neutros, que eso sí, vieron como un equipo y otro anclaban anclas en busca de la tranquilidad que daba el descanso.

La segunda parte empezó como la primera, es decir, con el Sporting mandando y con el Cádiz CF esperando, pero con la vista puesta en Mariño. De hecho, fueron los gaditanos los primeros en avisar con dos llegadas en la que Salvi forzaba un saque de esquina con un disparo desviado desde la banda izquierda y una ocasión de Garrido a la salida de un córner que la defensa sportinguista desbarató. Y fue precisamente cuando más atacaba el Cádiz CF que llegó el gol del Sporting después de un centro envenenado con la zurda del brasileño Murilo al que Álvaro Vázquez supo poner la cabeza para batir a un Cifuentes desesperado con las facilidades que lleva dando su defensa desde comienzos de año.

Cervera respondió rápidamente con un doble cambio. Sentaba a Garrido, lesionado, y a Nano Mesa, desaparecido, y daba entrada a Iván Alejo y el Choco Lozano para recomponer a un equipo que tampoco entendió mucho las nuevas medidas a tomar.

Prisas y expulsión de José Mari

Llegaban las prisas y los nervios al Cádiz CF. Fali se cabreaba sin razón con el árbitro por una falta que no le pitaban y acto seguido, en el 64' de partido, José Mari se iba a la ducha expulsado por una entrada a la altura de la tibia a Pedro Díaz producto de la aceleración sin ningún tipo de control en un balón perdido en el centro del campo.

Andaba el Cádiz CF perdido y sin guía alguno. Ante esto, Cervera agotaba sus cambios sacando a Jurado al campo para intentar poner algo de fútbol, pero las consecuencias de ello apenas se notaban. Lo que seguía notándose era el descontrol cadista, que lejos de animarse con el balón y con fe en el empate, se ensuciaba más en riñas y juego subterráneo con un Sporting encantado de parar el partido de la forma que fuese.

Los de Cervera, ya con uno menos, tardaron más en colocarse su nuevo y desajustado traje (con tres centrales y dos carrileros) que en ponerse de verdad en la búsqueda del gol. Al descontrol gaditano no había quien le pusiera remedio y el reloj cabalgaba hacia el 90' de partido sin que pasase absolutamente nada. Y no pasó.

El Cádiz CF sigue mandando en la tabla pero lo hace gracias a la renta de 2019. Los rivales huelen el miedo que se respira en un equipo que la semana que viene tiene ante el Almería la posibilidad de dar un volantazo que arme de confianza de nuevo a una afición que empieza a rumiar lo que ya ha conocido de años anteriores.

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