No habrá globada amarilla en Getafe

Últimamente, eso de dar colorido a una grada y animar a un equipo se está poniendo complicado. Las cosas como son. Igual que en nombre de la seguridad de todos le hacen a uno casi quedarse en ropa interior poco antes de subirse a un avión, en los estadios está pasando algo medianamente parecido. Que está lloviendo, pues no vale ir a la grada con paraguas de punta. ¿Quién no tiene paraguas acabado en punta? Esa sugerencia ya fue implantada en un encuentro en Carranza donde llovía a mares y el personal, como es normal, se lo tomo muy mal, sino a coña.

Y si la ley es igual para todos, peor se pone (o se endurece) cuando los organizadores de ‘tifos’ o lo que sea proviene de las llamadas gradas joven de animación.

Y ha vuelto a pasar. Ya en los pasados ‘play off’, Brigadas Amarillas las tuvo tiesas con la policía nacional para poder colocar sus ‘tifos’ en la grada de fondo sur. De nada, o casi nada, valió la intermediación del club. Al final, Brigadas se quedó sin poder mostrar sus ‘tifos’ en el estadio y este acompañó al equipo en su entrada al estadio. Cuando no se le daba esquinazo a la afición por motivos de seguridad.

Las prohibiciones han seguido. Y no siempre parten de la policía que vigila por la integridad de todos los aficionados que acuden a Carranza. También pasa en Madrid. Sin ir más lejos, en Getafe, donde se ha conocido recientemente que el colectivo de animación ‘Sección Tintos’ no podrá repartir entre los aficionados del Cádiz CF que vayan a acudir al Coliseum Alfonso Pérez los 500 globos de color amarillo que tenían pensado repartir para acompañar la salida de vestuarios del once cadista.

Según ‘Sección Tintos’, mediante una nota que han colgado en su perfil de las distintas redes sociales «el coordinador de Seguridad de Getafe considera que ese hecho podría repercutir en el normal desarrollo del juego, por ello podrán ser utilizados en los aledaños antes del partido, pero no dentro del estadio».

Ante esta nueva prohibición, este colectivo de animación han asegurado que los globos «no serán repartidos porque no queremos que ningún aficionado se vea perjudicado por el hecho de introducir ‘un arma de destrucción masiva llamada globo’ en el Alfonso Pérez. Además, estamos convencidos de que podremos darles un mejor uso en el futuro, en nuestra casa», apostilla con patente ironía.