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Murcia-Cádiz CF (0-1): Los secundarios se ganan el Oscar

Un gol de Hugo Rodríguez ofrece el pase copero a los amarillos, muy solventes pese a los debutantes, que tendrán una segunda prueba ante el Mensajero

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Hugo Rodríguez marcó ante el Murcia.
Hugo Rodríguez marcó ante el Murcia.

Y otro paso más. Este Cádiz CF alimenta su fortaleza a cuenta de triunfos, de victorias decisivas como la de La Condomina. En tierra pimentonera, antaño paso obligado de gigantes, asomaba esa segunda fila que alberga tanta esperanza. Con los actores secundarios supera la primera prueba en la Copa y leva el ancla, abre las velas con rumbo a Canarias, donde espera el Mensajero como segundo escalón en el torneo del ko.

El conjunto gaditano mostraba una sobriedad rara veces vista en un equipo con muchas caras nuevas, entre ellas cinco debutantes. Y es que el escenario era plaza de reivindicación para hombres como Juanjo, Hugo, Álvaro o Lolo Plá, muy cercanos a los titulares. Con un tanto del extremo gaditano el Cádiz CF tumbaba a un Murcia incómodo durante gran parte del encuentro, pero que ponía en aprietos a los visitantes en el último tramo.

Se sufría, se ganaba, y con el premio en la boca hasta sabe mejor

En una eliminatoria a partido único no vale más que la victoria. Y en su búsqueda saltaban ambos contendientes, Murcia y Cádiz CF, con no solo la ilusión sino la obligación de llegar lejos en la Copa para reparar un tanto sus descuadres en cuanto a estructura e ingresos. Son dos titanes atrapados en una camiseta talla S, que le queda pequeñísima, y esta competición supone un aguinaldo adelantado para pasarse por el mercadillo y solucionar algunos problemas de vestuario.

Claudio apostaba por su equipo B, los hombres que han contado con menor protagonismo en el inicio liguero, pero donde hay figuras que por galones, por calidad y por destreza van a tener continuidad en el once de gala. El mismo Juanjo protagonizaba una cabalgada en un inicio frenético, con intercambio de golpes por ambos bandos sin hacer sangre aún.

No escondían nada. Las dos escuadras saltaban con el ánimo de jugar al fútbol, a ganar, sin el encorsetamiento que produce el perder un punto. Si no aparecían las ocasiones es porque faltaba templanza en los metros finales.

Con velocidad desbordaba el Cádiz CF a los granas. Con el empuje de Cuero, Álvaro y Hugo, y con la calidad de Lolo Plá, un segundo delantero más cercano al mediapunta que a un 9 puro. El extremeño se vestía de etiqueta y sacaba de su chistera el mejor truco para desnivelar la balanza: un taconazo precioso e imprevisible que Hugo lo culminaba de la mejor forma, picando con la izquierda y besándose el escudo.

El golazo otorgaba justicia al visitante, con más recursos que el conjunto grana. Aún así, los pimentoneros se negaban a capitular y tomaban la iniciativa en el final de la primera parte, apretando en la presión arriba y obligando a sudar a un Pol Ballesté que impresiona por su solvencia, muy por encima de su edad.

Con una sonrisa bien amplia iluminando el rostro acompañaba el cadista a sus jugadores a la ducha en el intermedio. Los ‘suplentes’, injustamente llamados así a estas alturas de temporada, mostraban ese fondo de armario del que tanto presume esta plantilla. De momento conseguían el objetivo colectivo, pasar de ronda, y el personal, que es poner en aprietos a su míster de cara a escoger sus naipes.

La salida con jerarquía de Aridane ilustraba la confianza con la que se manejaban los alumnos de Claudio. El Cádiz CF disponía de dos claras ocasiones de marcar. Hugo cruzaba demasiado su disparo y en la acción posterior Josete no aprovechaba el tremendo error del meta Fernando en un saque de esquina. El segundo tanto tenía que ganar, los amarillos hacían méritos para ello.

Aira movía el banquillo. El Murcia debía reaccionar y no podía con lo que había sobre el campo, así que Aira reactivaba a su escuadra con la entrada de Carlos Álvarez e Isi, dos de sus puntales ofensivos. Y ponían cerca a la meta de Pol, seguro, sin fisuras. Atajaba el peligro de manera tajante, frenando las embestidas granas.

El Cádiz CF seguía metiendo miedo al contragolpe, fallido porque al buen hacer de Álvaro le faltaba atinar con el arco. Tras un pase de Cuero la mandaba arriba, como tantas otras.

Claudio, fiel a su estilo, reforzaba el mediocampo. Es su principal objetivo cuando a falta de un cuarto de hora vence su equipo. Retiraba a Lolo Plá y colocaba a Alberto Quintana como la punta más afilada del tridente que formaba con Mantecón y Garrido. Pero tocaba sufrir.

El Murcia tocaba a rebato. Se la jugaba. Salía del campo el central Ruso para dar el relevo al atacante Arturo, y metía en su área a los amarillos. Acusaban estos la fatiga del viaje en fechas tan tempranas. Garrido moría sobre el césped y el míster de Manises daba un descanso a Juanjo con la entrada de Servando.

El tanto en el descuento de Azkorra ponía el corazón de los cadistas en un puño, pero el colegiado no picaba y es que tanto él como el asistente veían con claridad el manotazo del delantero para incrustar el balón en la red. No valía. La Copa ya era cosa solo del Cádiz.

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