Lucena CF-Cádiz CF. Caos en el regreso de Falete

Rafael José Carillo López ‘Falete’ ya está de vuelta en el banquillo del Lucena, pero su retorno no entra dentro de los cauces de la normalidad. Y es que el entrenador regresa a su equipo como ‘salvavidas’, como último cartucho para evitar una catástrofe que toma forma con el paso de las semanas. Primero cayó Juan Arsenal (hace una vuelta y se le adeuda dinero), esta semana fue el turno de Serafín Gil (sin cobrar sus emolumentos y enfrentado a los teóricos dirigentes). Así llega el nuevo reto para Falete, que es consciente que no cobrará, pero llega para salvar de la quema deportiva a su club.

Eso sí, y salvo novedad, el conocido entrenador no será presentado oficialmente.

Ha dirigido por la tarde la sesión preparatoria, pero la ausencia de los miembros de la junta directiva en tierras aracelitanas impiden que todo transcurra con normalidad. Tal y como apuntan desde ‘Siempre Lucena’, los empresarios Eduardo Bouzón y Javier Martín Asensio no aparecen por la ciudad provenzal y el club es dirigido por algunos miembros de la constituida junta gestora.

Objetivo casi cumplido en el Ciudad de Lucena

Falete llega tras dejar prácticamente atada la permanencia del Ciudad de Lucena (actualmente no es el filial del Lucena) en Primera Andaluza. Su plaza será ocupada por Alberto Guardeño, entrenador hasta la fecha del Juvenil B.

Vicecolista y a tres puntos de la permanencia, el Lucena afronta ante el Cádiz CF una de sus semanas decisivas con los problemas económicos como telón de fondo. Desde octubre y noviembre no cobran sus nóminas los integrantes de la plantilla (los jugadores foráneos fueron los últimos en percibir alguna cantidad), mientras que los refuerzos que llegaron en el mercado invernal no han percibido nada desde su llegada. Solo iniciativas emprendidas por los propios jugadores (a través de rifas, eventos…) han ‘aliviado’ mínimamente la situación. Ante esta situación, este miércoles llevarán a cabo una nueva rueda de prensa para explicar su situación.

A ello se une que jugadores como Santacruz o Sarmiento hayan jugado partidos con molestias musculares al no poder pasar reconocimientos médicos.

En resumidas cuentas, el caos es total y absoluto en un club que en las últimas temporada se ha convertido en uno de los clásicos del Grupo IV de Segunda B, accediendo en varias ocasiones a la fase de ascenso a la categoría de plata.