Cádiz CF

Lorca FC-Cádiz CF (3-0): Doctor, ¿cuánto les queda?

Mal partido de un Cádiz CF diezmado y que siempre fue a remolque ante un rival que le sorprendió de principio a fin

Alfonso Carbonell

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Aitor intenta avanzar por su banda.

Era 2 de octubre de 2016 y pasó en Vallecas. Hace de ello casi un año. Fue un 3-0 que dolió lo suyo, pero dolió porque la imagen fue muy mala y porque además el Cádiz CF no estaba en lo alto de la clasificación como ahora lo está y hasta había voces críticas que osaban levantarse contra Cervera. De aquello ha pasado un año. Un año sin que el Cádiz CF recibiese un varapalo en forma de goleada. Y hoy ha vuelto a pasar en Lorca, donde el Cádiz CF de Agné también recibió un severo correctivo con idéntico resultado (3-0) de La Hoya Lorca hace tres años. Pero ninguna de las dos goleadas citadas pueden parecerse a la de hoy, donde efectivamente no se ha jugado nada bien pero tampoco se ha debido perder como se ha perdido en los minutos finales y por culpa de un error de Cifuentes que mataba el partido por completo.

No hay crisis. Ni mucho menos depresión. Se ha perdido en un pésimo partido ante un rival que fue mejor de inicio a fin y que supo buscarle las cosquillas a un Cádiz CF que ya debería mirar con más preocupación de lo normal a la enfermería de la que tienen que salir hasta ¡cuatro hombres claves! Que se dice pronto. Los de Cervera han aguantado el tirón lo suyo sin José Mari, pero el hecho de perder también a Alvarito ya es mucho pedir. Y para colmo, a Barral le da por hacer de las suyas... Así, todo es más complicado.

Que te pongan sin aviso la banda sonora de La la lista de Schindler no debe ser lo mejor para salir motivado y por eso o por lo otro lo cierto es que o muy mal salió el Cádiz CF o muy bien salió el Lorca, que en tan solo dos minutos ya se había acercado al arco de Cifuentes con algo de peligro y con las ideas muy claras. Tan claras como las tenía Nando, que en su arrancada en el centro del campo dejó atrás a Garrido con paso decidido para abrir a la izquierda a Dani Ojeda y ver como el centro intencionado del extremo se iba para dentro tras tocar lo suficiente en Garrido, que no iba a tener su día.

Mal se le ponían las cosas a un Cádiz CF sorprendido ante el gran arranque de un Lorca muy superior y que le había superado desde el túnel de vestuarios. Ni mucho menos se repuso el once gaditano, que seguía corriendo detrás el balón hasta que pasado el cuarto de hora, por fin, pudo discutirle la pelota al equipo murciano. Y en esto que Aitor descubrió su zurda con un disparo desde fuera del área tras un despeje de la zaga local. El balón bien dirigido acabó en las manos de Dorronsoro, mejor colocado. Fue el primer disparo a puerta del partido. Curioso que lo hiciera el Cádiz CF.

No las tenía todas consigo el Cádiz CF, que pese a que comenzó a tener algo más la pelota, veía como sus hombres de briega se cargaban de tarjetas, señal inequívoca del dominio lorquino y no menos del descontrol amarillo. Y peor se le podrían haber puesto las cosas a los cadistas, que respiraron al ver como el árbitro vasco le perdonaba la expulsión a Garrido, que ya con amarilla no se le ocurrió otra cosita que acudir a un balón dividido con el codito de por medio.

El Lorca, por su parte, seguía llegando por medio de un Eugeni que disparaba ligeramente desviado. El Cádiz CF estaba ofuscado, perdido y cabreado. Aitor se enrabietaba y la pagaba pisando con maldad a un rival mientras Salvi se desesperaba con su compañero al ver que iba perdiendo los papeles por momentos.

Estaba tan desquiciado el Cádiz CF que hasta la animada grada del Artés Carrasco pasó a corear con 'olés' los pases de su equipo en la búsqueda de alguna expulsión cadista. De los amarillos, solo Salvi parecía estar dispuesto a llevar peligro a campo contrario. Y a fe que lo llevó después de una galopada que terminó con un pase a Romera, que prolongaba la pelota para que Abdullah, muy forzado y sin apenas confianza en el tiro, chutase alto con su pierna mala, la izquierda. Para lo mal que estaba, al menos el Cádiz CF se mantenía con vida e incluso se acercaba a los dominios de Dorronsoro.

La desconexión parecía general en el Cádiz CF. Una prueba de ello fue una cesión con la cabeza de Mauro a Cifuentes y que puso en bandeja el segundo a Dani Ojeda. Suerte que el atacante lorquino no pudo salvar la salida a la desesperada de Cifuentes, que prefería cabrearse con los árbitros antes que con sus compañeros para intentar entender qué estaba pasadno al equipo.

Tan mal veía las cosas Cervera, lógico, que en el descanso hizo un doble cambio. Carrillo entraba por un Romera que sigue estando muy lejos de lo que de él se espera y Rubén Cruz debutaba en la presente Liga entrando por un ausente Nico Hidalgo. El técnico dejaba sobre el campo a los cuatro amonestados...

Y no. El panorama no varió apenas. Es más, siguió su guion y hasta pudo meter otro el Lorca recién comenzada la segunda mitad de no ser por Cifuentes, que se estiró para desviar un disparo desde la frontal y con rosca de Dani Ojeda. Acto seguido, Rubén Cruz, que se colocó en la mediapunta para que Salvi se fuese a la banda, lo intentó sin fortuna con una volea sin peligro alguno de Dorronsoro.

Pasaban los minutos y no aparecía ni el flequillo de ese Cádiz CF que a todos tiene acostumbrado. Solo las apariciones de Salvi hacían albergar esperanzas. De hecho, gracias al empuje del sanluqueño los amarillos se animaron en ataque. Rubén Cruz, como acomplejado quizás por su nula efectividad anotadora del año pasado, lo intentaba desde donde cogía la bola pero no le acompañaba la suerte ni la puntería, pero no se le podía negar su insistencia porque lo intentó con todo. Un cabezazo suyo pudo resultar genial para el Cádiz CF, pero la defensa murciana mandó la pelota a córner.

Parecía que el Cádiz CF, definitivamente, se había echado hacia delante dejando espacios en su retaguardia. El partido se abría y las ocasiones comenzaban a acumularse en una y otra portería. La tuvo cerca Salvi después de un saque de banda en largo de Carpio que bajó al suelo Carrilo para que el sanluqueño rematase fuera con su exterior.

Con Carrillo arriba, los recursos ofensivos del Cádiz CF se multiplican. Ante la duda, a la olla, donde el murciano siempre puede suponer un peligro. Pero fue por bajo con lo que el ex del Sevilla Atlético lo intentó aunque se encontró con Dorronsoro, que em dos tiempos se hizo con el balón.

No tenía otra que seguir corriendo riesgos el Cádiz CF, que nuevamente celebraba un error del árbitro al pitar un fuera de juego inexistente a Nando, que ante la defensa adelantada de los gaditanos tuvo que salir desde su campo aunque para su asombro el linier levantaba el banderín cuando se podía plantar solo ante Cifuentes.

Cervera, a diez para el final, sacaba a otro debutante como Perea para jugarse ya el todo por el todo al desproteger su centro del campo sin Garrido. La suerte estaba echada y se avecinaban diez minutos de emoción. Pero la mala suerte fue a por Cifuentes, que en un despeje hacia arriba vio como el balón se estrellaba en Manel para que el ariete local se aprovechara del rechace para sentenciar la contienda cuando mejor parecía estar el Cádiz CF.

El gol terminó de matar al equipo amarillo, que recibía a un minuto del final un tercer tanto que hacía sangre en un equipo ya apagado y con los brazos bajados.

Dolorosa derrota del Cádiz CF, que liga su tercer partido en Liga sin ganar. Es lo que tiene tener al Séptimo de Caballería en la enfermería. 'Doctor, ¿cuánto les queda?

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