Examen sorpresa el Cádiz CF en Carranza

Vuelve el líder, el Cádiz CF, a su casa. Y lo hace tras un empate en Lorca que ha frenado la fabulosa dinámica de victorias que estaba protagonizando el once de Claudio Barragán, que desde que ha llegado cosecha un saco de victorias, un resbalón en Villanueva de la Serena y otro pequeñito tropiezo en el Artés Carrasco ante La Hoya. El resto, todo han sido éxitos. Todo.

Y hoy de nuevo aparece ante su público, que volverá a ser la envidia de buena parte del panorama futbolístico español cuando casi llene las gradas del Nuevo Estadio Ramón de Carranza jugándose tan sólo un partido del grupo IV de la Segunda B. Es cierto que, esta vez, la iniciativa de un ‘kilo de comida vale por una entrada’ hará que las gradas se vean más repletas que lo habitual pero a quien le importa si el objetivo es tan solidario y bonito como van a quedar las gradas del Carranza.

Porque si hay algo que maneja a la perfección el presidente del Cádiz, Manuel Vizcaíno, más allá de la cantera, más allá de sus polémicas con Cocacola, más allá de sus dimes y diretes con estos y con aquellos, eso es el marketing. Nadie como él para conseguir que de aquí a mayo la ciudad se tiña de amarillo y su estadio se llene en lo que debe ser una olla a presión para el rival que se presente a jugar en el ‘play off’ de ascenso. Porque Vizcaíno, poco a poco, con sus rebajas en el precio de las entradas, con sus guiños a la recuperada provincia y hasta con el cambio al horario matinal –discutido por algunos pero no por todos– está consiguiendo meterle al estadio Carranza ese veneno que debe crecer hasta el mes fatídico donde se resolverá todo. Y jornada a jornada, las gradas de Carranza están registrando cada vez mejor entrada.

Hoy, esta mañana, no será una excepción. El cadismo está otra vez de buenas con su equipo y los jugadores sienten el aliento de su afición cada vez que corren un metro. La unidad ha vuelto a Carranza y eso debe hacer mucha mella en los contrarios.

Una amenaza llega al templo del Cádiz CF

El Melilla se presenta en Carranza como una auténtica amenaza. Nada más que hay que echarle un viztazo a la evolución del once norteafricano para percatarse de que el equipo que llega hoy al verde del estadio gaditano es un equipo que va lanzado a los puestos de ‘play off’ pese a que hace tan sólo un par de meses ocupaba puestos de descenso a Tercera División.

La resurrección del once de Fernando Currás, siete victorias y una derrota en 2015 avalan la dinámica norteafricana, es un hecho y aunque llega a Carranza con la piel de cordero, se trata del mejor equipo al que se pueda enfrentar en estos momentos el once de Claudio, único equipo que le supera en puntos en este nuevo año. De hecho, hoy en el coliseo amarillo se enfrentan los equipos más regulares de todas las categorías nacionales. Ahí es nada. Por tanto, aquel cadista despistado que acuda hoy a su estadio con la idea de merendarse al rival bien haría antes en informarse antes que gritar o censurar algún que otro comportamiento de sus jugadores. Hay que animar, no queda otra porque este hueso es duro de roer. Como lo era La Hoya Lorca, como lo será el Cacereño, como los serán todos los que queden por venir y visitar como bien dice el sargento de hierro que ha reconvertido un pastel de equipo en un tanque amarillo.

Para este encuentro, Claudio recuperará a dos hombres claves en su once. El central Servando, a quien se le echó notablemente de menos el pasado domingo ante La Hoya Loca, y a Fran Machado, que tampoco estuvo. Dos ex del Jaén que ya se sabe lo bien que hacen funcionar al once cadista tanto en la retaguardia como en la vanguardia. En esta ocasión, Fran Machado regresará a la banda izquierda, desde donde partirá hacia el centro para encontrarse con Jona o Juanma Espinosa, los otros ex de un Jaén que ahora trabaja por meterse en la lucha por los ‘play off’ de ascenso.

El Cádiz debe seguir su racha triunfal en Carranza e intentar seguir despegándose de un UCAMMurcia que vedenderá caro el liderato.Algo que podría venir hasta bien a un once amarillo que llegaría con las pilas cargadas a ese ansiado ‘play off’ de ascenso de campeones de grupos.