CÁDIZ CF

El plan de Quique Pina

El objetivo del murciano es que Vizcaíno acepte la 'firma mancomunada' para que los dos puedan llevar la gestión del Cádiz CF; la vía judicial es la última e indeseable opción

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Quique Pina, actual consejero delegado del Cádiz CF.
Quique Pina, actual consejero delegado del Cádiz CF.

Manuel Vizcaíno Fernández y Enrique Pina Campuzano mantienen una pugna por el control en el Cádiz CF. Ambos, presidentes del club gaditano y nazarí, coinciden en numerosos asuntos, sobre todo en la desconfianza mutua, lo que les separa radicalmente. Hace casi dos años (concretamente en la subasta del 3 de diciembre de 2013) se embarcaban juntos en un nuevo proyecto en tierras gaditanas, dirigiendo los designios de esta centenaria entidad.

La operación de compraventa es de dominio público. A través de la sociedad limitada Locos por el Balón compraban el paquete mayoritario de acciones del Cádiz CF (con un 49,5% es suficiente para mandar por la atomización del accionariado) y retiraban a Sinergy para convertirse en los nuevos dueños.

Es un contrato privado, una empresa que no debe rendir cuentas públicas, de ahí que no se conozcan todos los pormenores y vayan saliendo a la luz con el tiempo.

El margen de error es grande aunque cada vez se estrecha más por su batalla particular. Pero en definitiva es un negocio de los dos, de Vizcaíno y de Pina. El sevillano se encargaba de la gestión de la entidad, de la economía (era consejero de márketing en el Sevilla FC y número 2 de José María del Nido), mientras que el murciano trabajaba en el apartado deportivo, siendo Jorge Cordero su mano derecha en las cuestiones futbolísticas.

Todo iba bien hasta que el negocio se torció con el no ascenso, el fracaso del Tartiere y San Mamés. Antes ya había marejada pero este fue el detonante. Como siempre, manda el balón. Los dos se acusan mutuamente de interferir en las funciones del otro. Vizcaíno se mete en lo deportivo y Pina quiere mandar también en la gestión. La amistad cayó y la confianza se ha resquebrajado con estas injerencias.

No se fían. El último paso lo ha dado Quique Pina a través de su amigo íntimo y hombre de confianza David Buitrago. El murciano insistirá que son personas distintas, que ni siquiera trabajan juntos, sino que existe colaboración mutua. Buitrago ha ejercido la opción de compra del 50% de las acciones de Locos por el Balón (en la práctica, no corresponde al 24,75% de las acciones del Cádiz CF porque es un paquete indivisible en este momento).

Ahora sí que el negocio es absolutamente compartido. Pero manda Manuel Vizcaíno porque es el administrador único. Ese es su obstáculo. Y aquí le contamos la estrategia de Quique Pina para volver a tener mando en el Cádiz CF.

El plan de Quique Pina

Quique Pina quiere de nuevo mandar en el Cádiz CF. No a rostro descubierto, pues es presidente del Granada y la Ley del Deporte no permite esta relación entre dos clubes de fútbol. Siempre a través de amigos, personas de confianza, pues le guarda un cariño especial al club amarillo y en un futuro podría ser el mandamás de Carranza. Y por interés, claro está.

Así que su papel se reduce a la ‘colaboración’.

Ha quedado muy desencantado con el trabajo de Manuel Vizcaíno, al que acusa de malas formas, gestión fracasada, prepotencia y un largo etcétera. Lo imaginable y más. Su deseo es que se marche del Cádiz CF, que abandone el barco, y con esa intención le retiró su apoyo tras la inolvidable rueda de prensa de hace dos meses anunciando la salida de Jorge Cordero y el fichaje de Enrique Ortiz.

Con el último movimiento, Buitrago ya tiene el 50% de las acciones de Locos por el Balón, pero manda Vizcaíno como administrador único. Está en su papel y es su derecho reclamar la ‘firma mancomunada’ para que puedan mandar los dos, al alimón. Ese es su objetivo: que el sevillano, en una Junta General de Accionistas, el próximo 22 de diciembre acepte su entrada y deje de ser el administrador único para llevar una gestión compartida.

Ahora ya no es necesario que se vaya, sino que acepte este punto.

Pina se niega a seguir colaborando si no cede, y la prueba es la salida de Jorge Cordero. Ha intentado influir en el aspecto económico pero el ‘Gordo’ del Real Madrid en Copa del Rey ha sido una tabla de salvación para Vizcaíno. Le queda el apartado deportivo, donde el murciano es un aval indiscutible en esta categoría; ahí reside su gran poder. En el fútbol, y esto es una Sociedad Anónima DEPORTIVA.

Tiene mucha mano en el vestuario del Cádiz CF, pues influyó en el fichaje de muchos, los pesos pesados, más los tres cedidos (Cuero, Álvaro y Aridane). Y, en cuanto Vizcaíno ceda, promete el regreso de Jorge Cordero (como quieren algunos futbolistas) y refuerzos en el mercado de invierno para paliar el desastre del verano y dotar a Claudio Barragán de jugadores de garantía. Ese Cádiz… oé ya habla del interés por Faly, central del Nàstic de Tarragona, y junto a él vendrían mucho más.

El presidente del Granada desea poner fin a la guerra con la ‘firma mancomunada’. Si no, el fútbol acabarán dándole la razón y Vizcaíno se pondrá de nuevo en sus manos, como en el inicio de todo, cuando los resultados se tuerzan y la afición pida su cabeza. Porque el cadismo lo que quiere es que gane su equipo, mande quien mande.

La última opción es ir por la vía judicial y pedir la liquidación de Locos por el Balón para dividir el paquete accionarial, quedarse con el 24,75% del Cádiz CF y unirse a Chico Puig y Federico González (o comprarle su paquete) y así recuperar el poder. Pero este camino, por la Justicia, es largo, y temible para los intereses de la entidad por la inestabilidad institucional. Nadie lo quiere. Transición pacífica, ese es su fin.

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