Cádiz CF

Cádiz CF-UD (2-0) Las Palmas se las lleva el líder

Fali abrió la victoria con un testarazo a la salida de un córner y Álex, de penalti, sentencia el enésimo partido guionizado por Cervera

Alfonso Carbonell

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Mientras que los entrenadores sigan intentando jugarle al fútbol a este Cádiz CF no habrá más historia que la que este viernes ha seguido escribiendo el equipo amarillo, que ha vuelto a sumar una nueva victoria, la quinta consecutiva, ante una UD Las Palmas que venía con el 'guapo subío' después de ligar las mismas victorias que el líder. Pero nada, está visto y comprobado que Cervera teje la tela de araña y son sus colegas los que derechitos van a ella con una sonrisa en la boca y los valores de su fútbol por bandera.

Este Cádiz CF es un muro, una auténtica muralla para todos los equipos que ofrecen un fútbol ofensivo pero que se le agotan los recursos a medida que avanzan los minutos y el once amarillo va creciendo como una ola que acaba arramblando todo lo que tenga por delante. Fali abrió el marcador a la salida de un córner y, salvo los consabidos arreones del rival de turno bien controlados por la zaga cadista, lo demás fue coser y cantar para un Cádiz CF que va derechito a hacer historia y colarse en la cola para el ascenso directo antes incluso de que hayan abierto la sala de los éxitos.

Como el Málaga no era Las Palmas, Cervera tiró de alegría y se atrevió con un once netamente ofensivo con una dupla atacante formada por Nano Mesa y el Choco Lozano y retrasando la posición de Álex al centro del campo para sustituir al lesionado Garrido. Aquello tuvo su efecto positivo, en parte por las debilidades de un Málaga herido, pero lo que le valió para La Rosaleda pensó que igual no le sería tan útil ante un equipo que se hace dominador del balón en todas las partes del campo. Ante eso, el técnico cadista volvió a darle un toque a su once quitando ingenio (Nano Mesa) y metiendo músculo (Edu Ramos). Y así, con el recambio natural de Garrido, se plantó el Cádiz CF ante la UD Las Palmas, que desde el comienzo dio señales de hacer lo mismo que viene haciendo en los últimos partidos: ganar desde atrás y con el balón.

Desde muy pronto el 'querido' Ais Reig se volvió a presentar a su afición amiga, la cadista que no olvida su arbitraje en Anduva de hace tres años en el que expulsó a Santamaría por beber agua. El trencilla valenciano, en sus dos primeras acciones, dejó sin pitar un posible derribo a Lozano y señaló una falta peligrosa en contra de los gaditanos.

Al margen del árbitro, apenas habían pasado diez minutos y los rasgos de uno y otro equipo ya se habían evidenciados notablemente. Por un parte, los canarios gestionaban posiciones largas, eternas y consentidas por un Cádiz CF que esperaba, sin complejo alguno, de medio campo hacia atrás y a la espera de cualquier despiste en una entrega del adversario.

Poco a poco, la cosa se fue igualando. Las Palmas alternaba el juego de toque con el directo buscando a su hombre más adelantado , Pekhart, mientras que los amarillos daban tímidamente un pasito adelante que su afición agradecía aunque sin emprender grandes aventuras.

Se agitó un poquito el encuentro, pero si lo hizo fue por la elaboración de un equipo que cuando consigue conectar con Jonathan Viera se convierte en uno de Primera. El mediapunta canario se iba adentrando en área amarilla tras partirle la cintura a Edu Ramos y acabó siendo derribado en la frontal sin que Ais Reig considerase falta. Y ahí, en la contra es donde apareció el Cádiz CF, pero tras una internada por la derecha y un centro defectuoso de Iza, la defensa de Las Palmas desbarató una ocasión.

Así avisaba un Cádiz CF que tras forzar un saque de esquina después de una jugada de Perea por banda izquierda se adelantaría en el marcador gracias a un testarazo de Fali a la salida de un córner botado magistralmente por Álex. Había vuelto a ocurrir una vez más. El Cádiz CF volvía a poner tierra de por medio sin tener que abrirse más de lo que volvió a hacerlo un rival que siguió a lo suyo sin percatarse, o sí, de que lo suyo es lo del Cádiz CF.

Mucho más cómodo ya, el Cádiz CF comenzó a soltarse la melena en campo contrario. Y ahí, tanto Salvi como Perea, son los mejores. El primero lo intentó con un centro chut que fue repelido por Josep. El rechace, en la otra banda, le llegaba al manchego, que con una floritura necesaria dejó atrás a su par para meterse hasta la cocina y recurrir a un disparo que fue repelido por una maraña de piernas.

Disfrutaba Carranza y disfrutaban los de Cervera , que gracias al gol habían pasado de ver como la tocaban los canarios a acercarse una y otra vez a la portería de Las Palmas.

Quizás por ello, por esa alegría en el once cadista, Las Palmas gozó de una ocasión ante los espacios creados en la zaga amarilla, que permitió que por la banda de Iza se colase De la Bella para engatillar a bote pronto un disparo que atrapó con seguridad gigante Cifuentes.

Sin cambios, el Cádiz CF volvió al tapete bajo el mismo patrón. Qué menos después de como le volvía a estar saliendo la partida ante otro rival que se enredó en su tela de arañas con los brazos abiertos y, eso sí, el estilo intacto. Pese a ello, los canarios salieron algo más verticales y sin tanto toque Kirian inquietó a Cifuentes con un disparo desde fuera del área que avisaba de las nuevas intenciones adquiridas por Las Palmas, que al rato volvía a intentarlo con otra llegada que acabó con otro lanzamiento de Galarreta muy alto.

No solo la verticalidad se había añadido al juego de los de Pepe Mel, también la agresividad a la hora de ir a por el balón. Tal fue el nuevo decorado que en apenas diez minutos Las Palmas había creado hasta tres situaciones de gol combinando destreza en la contra, agilidad en las transiciones y claridad de ideas en el remate. Muy completito que había salido el equipo canario...

Visto lo visto, Cervera reaccionó instando a los suyos a adelantar sus líneas para que los defensas rivales no lo tuvieran tan fácil a la hora de conectar con los centrocampistas. El caso es que el Cádiz CF regresaba a dar señales de vida después de un robo de balón en la medular que acabó con una internada de Salvi y un centro que casi se mete en su portería Lemos al despejarlo a saque de esquina.

La grada veía que el asunto se ponía serio y comenzò a jugar de la mejor forma que sabe hacerlo. Todos a una, volcada con su equipo, hacía de Carranza una olla a presión para que los suyos terminaran de sacar los pocos colmillos que habían dejado de sacar. Esto hizo no solo que el dominio visitante se diluyese sino que incluso el Cádiz CF se acercase al segundo tanto.

Pasado el volcán, los pupilos de Mel volvieron a las andadas y retomaron el tema por donde lo habían dejado. Así que de nuevo los papeles volvían a las manos de cada dueño y aunque en ese registro el Cádiz CF sufre, también sabe que saca rédito.

Mandaba Las Palmas pero lo hacía desde la posesión, hasta un 80% de la misma llegó a tener, y el toque. Pero los canarios apenas se acercaban a los últimos veinte metros de las inmediaciones de Cifuentes, que resolvía sin peligro el enésimo disparo lejano.

Doble cambio y sentencia

Como ya hiciera ante el Huesca, Cervera volvió a lanzar un mensaje a sus muchachos al sacar a Nano Mesa para colocarlo en la delantera junto a Lozano y retrasar la posición de Álex en la medular, de donde sacó a Edu Ramos para refrescar la banda de Perea con Iván Alejo. Sin embargo, puestos a perder, Mel ya no tenía nada. Y menos que tendría después de la enésima recuperación en la medular y la estampida de los atacantes amarillos, que tras una combinación de manual entre Lozano, Nano Mesa y finalmente Alejo, este fue derribado dentro del área señalando el árbitro el punto de penalti que transformaría para sentenciar el choque a diez minutos del final Álex Fernández.

La fiesta pudo ser más granada aún si en la enésima llegada en cascada de los chicos malos de Cervera, el disparo raso de Salvi se mete dentro y no da mansamente en la madera de la portería de un saturado Josep, que de Carranza no querrá oír más este año.

Una jornada más, el Cádiz CF mecía los últimos minutos entre la algarabía de una grada que se sigue frotando los ojos ante lo que está viviendo en una temporada en la que se están poniendo todos los condicionantes para que el sueño deje de serlo para convertirse en una realidad aplastante. Porque tras el nuevo ejemplo de superioridad ante un equipo que venía en alza como Las Palmas no hay más que rendirse ante un líder que, hoy por hoy y con los estilos de cada uno sobre la mesa, no tiene rival ni, como siga así, techo en una clasificación que se le comienza a quedar pequeña.

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