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Cádiz CF-Oviedo (0-1): La realidad se impone con dureza

El Oviedo se muestra superior al Cádiz CF, que pierde la batalla pero no la guerra por el ascenso

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Tomás llora tras la derrota sufrida ante el Oviedo en el pasado 'play off'.
Tomás llora tras la derrota sufrida ante el Oviedo en el pasado 'play off'.

Comedia y tragedia. Alegrias y tristezas. El teatro de los sueños. Carranza. El escenario donde tantas gestas gloriosas se la han labrado a lo largo de la centenaria historia amarilla deberá esperar al menos un mes más para recoger otra hazaña.

Al final, la realidad se impone con fuerza, terca. El Oviedo ha sido mejor que el Cádiz CF en esta eliminatoria por el ascenso y el año que viene jugará en Segunda División. Las fuerzas se equilibraron en el Tartiere pero en la Tacita de Plata los azules ofrecían más. Más fútbol, más ideas, más claridad. Y arrebataban al gaditano ese bien tan preciado.

Se ha perdido una batalla pero aún no la guerra y a eso debe aferrarse este club que en siete días tendrá que afrontar otra final y seguramente ante un rival durísimo, pero no tanto como el carbayón.

No todo esta perdido.

Este el resumen de la película que se pudo ver en Carranza.

Claudio mantenía fidelidad a su filosofía. En su hogar es una constante que aparezca con dos delanteros, y renunciaba a su once de gala para alinear a Jona y Airam de inicio, sacrificando a Machado. Menos fútbol, menos asociación, más pegada. Suena reiterativo pues se ha cacareado durante toda la campaña.

No pueden acusar de cobardía al técnico cadista, que con la eliminatoria a favor insertaba en el terreno a sus dos arietes. Si con Machado en el Tartiere la posesión correspondía al Oviedo, sin el granadino en el campo los carbayones se hacían dueños del esférico y del control del encuentro.

En ese primer cuarto de hora el azul se imponía al amarillo. El conjunto de Egea, con Generelo en lugar del africano Ogmba, generaba mucho más juego. El aragonés actuaba en el vértice más retrasado, con Erice y Héctor Font apoyando por delante. Las bandas de Susaeta y Valle hacían sufrir a Tomás y Mantecón.

Los apuros duraban veinte minutos. El tiempo en que el Cádiz CF entendiera que la bola no quemaba y decidiera conservarla aunque fuera por unos instantes. Esa simple intención relajaba la tensión y obligaba al rival a dar un pasito atrás.

El Cádiz CF comenzaba a carburar aunque con muchas imprecisiones, Los nervios acongojaban a todo hijo de vecino, las piernas se agarrotaban y cada pase, cada control, resultaba errático. En un partido tan contenido, no lograba lucir la magia.

Hasta que en dos acciones Kike rondaba el gol. Primero en el saque de una falta, con un chut envenenado que se estrellaba en el larguero; y a continuación, un disparo centrado del sanluqueño que despejaba Esteban con los puños abajo.

Al ecuador se llegaba con la desgraciada lesión de Nacho López, reemplazado en el carril diestro por Redondo. Y con la sensación de que 135 minutos después todo seguía igual que cuando la bolita del sorteo emparejaba a los dos colosos.

El Cádiz saltaba totalmente atemorizado de la ducha. El miedo le apretaba cada vez más la garganta. Lo sentía tan cerca, e inexplicamente se veía inferior a su enemigo. Despejes sin destinatario, cabezazos errados, falta de sintonía entre compañeros. El arranque llevaba a temer lo peor.

Y en un saque de esquina al segundo palo, David Fernández entraba sin oposición y cabeceaba a gol sorprendiendo a todos, incluyendo a Aulestia, que se quedaba paralizado como una estatua. Gol y pase para los asturianos.

El tanto cogía desprevenido a los amarillos, como si no entrara en sus planes. Se volvía loco. Las prisas se comían a unos futbolistas superados por los acontecimientos, y la diosa Fortuna, disfrazada de poste, evitaba el segundo y la tragedia por adelantado.

Claudio pretendía cambiar la inercia con movimientos que apenas se han visto durante toda la campaña. Airam dejaba su lugar a Hugo, que entraba por derecha dejando la punta de lanza a Villar. Y Machado llegaba al rescate por Juanma Espinosa.

En una eliminatoria en la que el fútbol del Cádiz ha brillado por su ausencia, el equipo gaditano lo intentaba con corazón. Los balones invadían el espacio aéreo de Esteban pero sin peligro real.

A la desesperada, Servando se incrustaba en el área rival como delantero. Aulestia subía a rematar un córner y Josete tenía la última en una falta directa. Pero el milagro no estaba por darse. Tendrá que ser en otra ocasión.

FICHA TÉCNICA

Cádiz CF: Aulestia, Mantecón, Servando, Josete, Tomás, Garrido, Espinosa (Machado, 75?), Villar, Kike Márquez, Airam (Hugo, 62?) y Jona.

Real Oviedo: Esteban, Nacho (Redondo, 44?), Jonathan Vila, David Fernández, Bautista, Erice, Héctor Font (Dioni, 63?), Generelo, Borja Valle, Susaeta y Linares (Ogmba, 85?).

Gol: 0-1: David Fernández (52?)

Árbitro: Javier Alberola Rojas (colegio castellano-manchego). Amarilla a Servando, Generelo, Esteban, Dani Bautista.

Incidencias: Ramón de Carranza. Lleno a rebosar.

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