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Cádiz CF - Hércules (PREVIA) El ascenso se negocia en Carranza

El Cádiz CF tiene que remontar hoy a un Hércules que llega con el peligroso papel de víctima

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Juan Villar, en un entrenamiento en El Rosal.
Juan Villar, en un entrenamiento en El Rosal.

Es el día, es la hora, es el momento. Vale que todo esto también fue hace dos semanas, vale que el cadismo se llevó un palo tremendo del que aún muchos no se han recuperado, vale que el Oviedo hizo enmudecer a una legión que se ha quedado lastrada pero con lo mejor de sí, esos soldados que nunca fallan, vale que el ascenso tuvo que ser hace catorce días y no salió… Pero aún está al alcance, aún se está en el camino, que sí es verdad que se ha hecho más largo, más duro, un infierno. Pero hay que pasarlo, como sea, como se pueda, como se tenga que pasar. Hay que ganar. Hay que ganar. Por Cádiz.

Las sensaciones del Cádiz CF no son las mejores.

Ni tan siquiera se acercan. Además, por si fuera poco, su entrenador ha dado razones para pensar que ha perdido la cordura en el peor momento, pero Claudio ha hecho méritos suficientes para confiar en él y en todo lo que haga. Tiene al vestuario convencido y eso es muy importante. Más que importante, es clave, determinante, crucial.

La vuelta ante el Hércules se antoja como el pasaporte directo del Cádiz CF para ascender. Todos los cadistas piensan así. Si se vence al once alicantino, se sube. Lo peor puede que haya pasado. Esos dos goles de Chechu dejaron herido de muerte a un equipo que se enganchó a la vida gracias al bajón físico y táctico del rival y, todo hay que decirlo a quienes tanto se le está dando ahora, a que los muchachos de Claudio tuvieron los bemoles suficientes para hacer un poco de lo mucho que han hecho a lo largo de este año. Jugar, que no es poco.

Poco importa –en verdad sí, pero Claudio manda porque se lo ha ganado– el once que saque el equipo hoy. Poco o nada importa el sistema con el que saldrá el Cádiz CF para remontar. Lo trascendental es que el once que salga lo haga con la convicción de que la grada le empuja, con la determinación de saberse mejores que el rival pero con la misma humidad.

Hay un ejemplo de lo que se pide. El Cádiz CF, desde las doce de la mañana, tiene que salir como salió el Cádiz CF que se merendó al Lugo hace unas temporadas a pesar del triste final. Con esas mismas ganas, con esa confianza ciega en la victoria, con esa mentalidad de saberse en casa y estar arropado por una grada que marcará el gol que tenga que marcar cuando las piernas no den para más. Con ese ánimo de revancha en lo deportivo, con ese coraje que da la vergüenza de portar un escudo como el que tiene el club de la Tacita de Plata. El Cádiz CF, hoy, tiene que enfundarse el traje de sus mejores tarde. Ese uniforme que se pusieron en su día Mejías, Quevedo, Carmelo, Kiko, Oliva, Mateos, Javi Germán, Tilico, Deryticia y compañía y conseguir para su afición lo que tanto ansía. El Cádiz CF tiene, hoy más nunca pero menos que dentro de dos semanas, que creer. Creer y no parar de creer.

Y para eso, Claudio tiene que poner en liza al equipo que él crea que va a responder de la mejor manera a las anteriores expectativas. El debate de los dos delanteros o el mediapunta, que de tanto tocarlo parece envenenado y por lo que se ve no hace ni pizca de gracia dentro del vestuario, debe quedar silenciado en los primeros minutos de juego. Y eso se hace con un aluvión de oportunidades, con una avalancha de presión al rival, con una explosión de fútbol. Si eso se hace a la perfección, no debe ocurrir lo que pasó ante el Oviedo. No debe escucharse ese maldito ‘runrun’ que todo lo enrarece a cada minuto que pasa. Qué más dará cómo juegue el Cádiz CF si lo importante es que el equipo se imponga al Hércules por fe.

Claudio, cabezón como todo entrenador, lo dijo después de la derrota sin paliativos ante el Oviedo. Si pudiese repetir, repetiría. Y si repetiría con un 1-1, qué no hará con un 2-1 en contra. Por eso, no sería descartable lo que la mayoría de cadistas descartaría. Es decir, que el Cádiz CF salga otra vez («¿Otra vé picha, otra vé?») con Jona y Airam como delanteros y no con Fran Machado en la mediapunta. Apostar de entrada por el juego directo, meter balones en campo contrario y que el partido se juegue en la zona del Hércules, que vendrá a encerrarse seguramente.

Los malos resultados en estos ‘play off’ –dos derrotas y un empate– han hecho tambalearse no solo al equipo, también a su entrenador, a quien se le ha visto hacer demasiados cambios en unos momentos muy delicados. Cinco cambios de la noche a la mañana para jugarse la ida de la eliminatoria ante el Hércules son demasiados para 90 minutos en los que se jugaron mal. Lo del Oviedo en Carranza fue un error. Perfecto, pero hacer de ello un desastre sería lo más parecido a inmolarse en pleno vuelo hacia Segunda. Por eso mismo, y una vez tocada la defensa con la entrada de Rubio y Prada en detrimento de Mantecón y Tomás, todo hace pensar que Claudio volverá a la normalidad sentando a Mantecón en el banquillo y devolviéndole el protagonismo a Espinosa en el centro del campo. Juan Villar y Kike Máquez estarán en las bandas y arriba, si Claudio no da su brazo a torcer y se decanta por la lógica de Fran Machado como enganche, Jona y Airam, dos delanteros que pese a haber marcado en estas eliminatorias no están rindiendo el nivel deseado por todos.

Hoy es el día. Si se pasa, el subidón será tremendo y esta vez la euforia iría acompañada con muchos grados de prudencia. La mezcla perfecta para un ascenso que no puede escaparse. Esta vez, no.

Ficha del partido.

Cádiz CF: Aulestia, Rubio, Servando, Josete, Prada, Espinosa, Garrido, Villar, Kike, Jona y Airam.

Hércules: Chema, Rafita, Atienza, Álex, Peña, Lázaro, David González, Miñano, Chechu, Adri Cuevas y Portillo.

Árbitro: Carlos Sánchez Laso, de Cáceres.

Hora y estadio: 12.00. Ramón de Carranza. Televisado por 8 TV.

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