Cádiz CF

Aketxe, de estrella a peón

El vasco está asumiendo con respeto y amor propio un rol con el que no contaba

Alfonso Carbonell

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Aketxe en un partido con el Cádiz CF

Llega el mercado invernal y la atención se centra en los posibles refuerzos que puedan llegar en estas fechas de frío y hojas caídas. Óscar Arias tiene sobre la mesa cantidad de nombres y billetitos bien frescos para darle al once de Cervera ese empujón definitivo para lanzarlo al espacio que vuelva a ilusionar a Cádiz y su gente con un equipo en Primera División.

La peculiaridad de este mercado es un hándicap para el director deportivo de Manuel Vizcaíno, puesto que es un coto cerrado de caza de esos jugadores apetitosos en verano y que ahora están con contrato y en esos clubes que apostaron por ellos cuando. Por ello mismo, Arias sabe que debe tener sumo cuidado en gestionar bien todo ese dinero que dio la venta de Alvarito para no malgastarlo en un jugador encarecido por las circunstancias y que, para más inri, no sería la primera opción si la situación fuese la de los meses estivales donde el abanico de posibilidades se abre de par en par.

Además, y por lo que se aprecia en las primeras decisiones del que ficha, una vez realizado el necesario dispendio por Sergio Sánchez, su inversión puede que la encamine a fortalecer los cimientos bien puestos por su antecesor en el cargo Juan Carlos Cordero. Ejemplo de esto es la cuantiosa renovación de Álex Fernández, al que poco más que se le ha convertido en jugador franquicia del Cádiz CF. Y tras la ampliación de contrato del madrileño, Arias sabe que en breve deberá atender a una serie de jugadores que son claves en el engranaje de Cervera y que llamarán a la puerta para mejorar sus contratos como pueden ser los casos de Salvi o Marcos Mauro. Situación pareja pero distinta es la de Cifuentes, un portero que pese a lo que dice su DNI (39 añacos) está en su segunda juventud y más indiscutible que nunca. El manchego acaba contrato en junio y a nadie le extrañaría que en breve se anuncie que el chavalito firme una temporada más.

Pero en la cabeza de Arias debe rondar, en estos precisos momentos, una idea que baraja desde que llegó a la dirección deportiva del Cádiz CF. Ager Aketxe, actualmente a la sombra de Manu Vallejo. Sin embargo, el vasco es  un diamante en bruto que no acaba de pulirse por distintas razones, llámese lesiones, tremenda competitividad en el Athletic, aventuras frustradas canadienses y, ahora, suplencia debido a los buenos resultados con un sistema en el que, de momento, no tiene cabida el del barrio bilbaíno de Romo.

El jugador vasco llegó el pasado verano cedido por Toronto, un club donde no caló el mediapunta y que dejó al Cádiz CF en calidad de cedido con la condición de recuperarlo a final de temporada o dárselo en propiedad al Cádiz CF en el caso de que no lo quiera repescar o el once amarillo consiga el ascenso a Primera. El asunto estriba en si las arcas del Cádiz CF están capacitadas para mantener por sí solas la ficha del jugador, que en Primera se podría poner en cifras muy lustrosas. La calidad de Aketxe hace que se valore esa opción.Y no es para menos porque en las oficinas del club amarillo se sabe que Aketxe tiene un potencial incalculable. Argumentos hay de sobra para hacerse en propiedad con él, aunque el problema radica en el dinero que pasaría a cobrar (ahora mismo es el segundo mejor pagado de la plantilla por detrás del recién renovado Álex Fernández) en el supuesto de que fichase definitivamente por un club en el que ha dejado sus mejores perlas y debe seguir dejando una vez pase la racha del equipo y vuelva a encontrar otra con él ya dentro de un engranaje que no se olvida, no puede olvidarse, de él y de su exquisita  zurda.

Las cosas van bien y hasta la estrella del equipo admite que ahora mismo el equipo no le necesita porque prácticamente no necesita que cambie nada más allá de lesiones o sanciones. Aketxe está sabiendo esperar su turno sabedor de que ahora el que se queje posiblemente no salga más en la foto de Cervera. A la chita callando, el vasco está trabajando como debe hacerlo todo profesional que se precie. Además, dentro de los suplentes es uno de los más recurrentes por su entrenador para cambiar el panorama cuando las cosas se tuercen. Pasó en Córdoba, donde marcó el tercero del equipo y que celebró con toda la rabia que puede tener un prisionero del banquillo en libertad provisional. Y volvió a pasar en Málaga, donde salió como lateral izquierdo clásico en lo que fue una nueva jugada maestra de un entrenador que no para de sacarse palomas del sombrero.

Vale que esta vez el resultado no acompañó a Cervera, que cuando puso a Aketxe de lateral hasta el propio jugador miraba extrañado a sus compañeros de jugar donde iba a hacerlo. La querencia, su vocación ofensiva y su afán de protagonismo con el balón, pronto, le darían la respuesta de lo que le pidió el que manda. Porque al nada de rodar la bola, Aketxe avanzó terreno como el niño que pierde la vergüenza y la inocencia a medida que el recreo se va animando. Y así, poco a poco, el de Romo fue adueñándose de la pelota, del ritmo y del guion de un partido que acabó en los pies de un lateral enmascarado. En apenas un cuarto de hora, desde su posición, el de Lezama mandó, entre pitos y flautas, cerca de diez balones al área de Munir, que desde la entrada de Aketxe en el campo tuvo que multiplicar su atención.

Llega el mes de enero, se aproxima el momento en el que hace dos temporadas llegó con molestias, que arrastraba de una operación en la rodilla que casi se carga sus planes en Cádiz, pero en Getafe disipó todas las dudas cuando en su primer balón que cogía lo colaba en la escuadra. Desde entonces sumó nueve goles y lideró a un Cádiz CF hasta los 'play off' de ascenso. Para eso vino hace dos años y trabaja para volver a repetirlo.

Cervera asume que tiene a una estrella trabajando como peón, como bombero, como apagafuegos. El técnico se conoce tanto que no quiere romper la cuerda con su pupilo porque es consciente de que el rol de Aketxe en estos instantes no es plato de buen gusto para un excelso jugador que hasta el día de hoy se está sabiendo comportar, pero que en cualquier momento puede decir basta, dirigirse a su representante y decirle que presione donde haya que presionar con tal de tener más minutos donde sea. Hasta ahora es no ha pasado y no hay indicios de que pueda pasar, entre otras cosas porque gracias a Cervera, otra vez, el equipo anda coqueteando con la Primera, y ahí, en el olimpo, ganan todos. Y el de Romo, el que más.

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