Los Warriors entran en la leyenda de la NBA

Stephen Curry tuvo que esperar un buen rato antes de escuchar su nombre en el draft de 2009. El base, campeón y MVP de la pasada temporada con los Warriors, fue elegido por detrás de jugadores irrelevantes para el devenir de la liga, como Hasheem Thabeet o Jonny Flynn. Por esos azares del destino, los Warriors se hicieron con un jugador que ha tardado en explotar, pero que lo ha hecho de tal forma que a su estela se ha construido un equipo campeón sin igual. ¿El mejor de la historia?

Los Warriors son ya leyenda. Mientras miran de reojo a la marca de 72 victorias de los Bulls en una sola temporada -récord absoluto de aquel equipo liderado por Jordan, junto a Pippen, Rodman o Kukoc-, han superado el mejor arranque de la historia con 16 victorias en otros tantos partidos.

Un récord que hasta ahora databa, en primer lugar, de 1949, cuando la NBA apenas tenía tres años de vida. Aquellos Washington Capitols, que no sabían que estaban haciendo historia, se quedaron a las puertas del título. Tuvieron que pasar casi 50 años para que algún equipo igualara su hazaña, aunque los Houston Rockets de Olajuwon sí que terminaron ganando el anillo en 1994.

Esa racha triunfal ha sido ahora superada por un equipo llamado a marcar una época y que anoche ante los Lakers (111-77) confirmaron que va a ser complicado frenarles esta temporada. De la mano de un Stephen Curry colosal -promedia casi 33 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias por partido-, los Warriors han establecido un patrón de juego ofensivo con tantas variantes que resulta casi imparable. «No hay discusión posible. Son el mejor equipo y el resto tenemos que intentar llegar a su nivel», reconoce Blake Griffin, el líder de los Clippers, aspirantes a derrocar a Golden State en el Oeste y el equipo que más cerca ha estado esta temporada de acabar con su imbatibilidad.

Rozando la perfección

Su derrota por cuatro puntos hace un mes puede considerarse un éxito, ya que la diferencia con la que Golden State vence a sus rivales es de más de 16 puntos. Una facilidad pasmosa para anotar que le ha llevado a promediar 114 puntos por partido, con un acierto superlativo desde la línea de tres puntos. «Tengo la sensación de que podemos ser incluso mejores», resume un Curry que ha mejorado sustancialmente sus números con la nueva temporada.

«Tenemos mejor química que el año pasado», asume el líder de un equipo que aún está a la espera de que vuelva su entrenador. Steve Kerr, de baja desde la pretemporada. El técnico, protagonista de aquel equipo histórico de los Bulls que logró 72 victorias en temporada regular, tiene entre manos al único equipo de los últimos años con opciones de batir ese registro histórico. Rumbo a la leyenda.