Ricky Rubio, durante un partido de pretemporada con los Timberwolves
Ricky Rubio, durante un partido de pretemporada con los Timberwolves - AFP
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Se pone en marcha la NBA más española

Por primera vez habrá diez españoles en la mejor liga del mundo, lo que confirma el auge de la canasta nacional

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La llegada de Pau Gasol a Memphis suscitó poca emoción en los hinchas de los Grizzlies. Aquel chaval desgarbado, elegido con el número 3 del draft de 2001, era un total desconocido para una grada ávida de ídolos. La ciudad de Elvis soñaba con las jóvenes estrellas que aparecían en las portadas de las revistas de aquel año y Kwame Brown sobresalía por encima de todos ellos. Un pívot atlético que asombraba en el instituto y que se convirtió en el número uno de ese año. Mientras él ponía rumbo a Washington, la castigada afición de Memphis se tenía que «conformar» con un español que apenas había jugado una temporada a pleno rendimiento en Europa. Consuelo menor, convertido en premio gordo con el paso de los años.

Un jugador diferente que, sin pretenderlo, allanó con sus éxitos el camino para el resto de jugadores españoles. Pau Gasol se hizo grande partido a partido, demostrando al baloncesto americano que había que tener en cuenta a la canasta española. Su liderazgo -unido a la rivalidad olímpica entre Estados Unidos y la selección- fue poco a poco acercando la NBA a España, donde cientos de chavales crecían pensando en jugar allí algún día. Gasol había conseguido acercar el sueño hasta ponerlo al alcance de la mano y quince años después actuar en la NBA ya no es una quimera para el jugador español.

Además de Pau, este año habrá otros nueve nacionales en la mejor liga del mundo, reflejo del auge que ha alcanzado nuestro baloncesto. Todos los que han pasado por allí en la última década y media han dejado un poso de calidad que ha creado un sello característico para el público americano. «Las franquicias asocian al jugador español con un carácter ganador y un espíritu de lucha que es muy importante aquí. Además, saben que somos jugadores de equipo y eso es algo que gusta», reconoce José Manuel Calderón, que este año cumplirá su duodécima temporada en la NBA tras ser traspasado a los Lakers durante un mercado de verano más movido de lo habitual.

España, una referencia

La efervescencia que vive el baloncesto estadounidense se traduce en millones. El nuevo contrato de televisión ha regado de dólares a las franquicias, empeñadas en acumular talento sin importar el salario ni la procedencia. Las puertas de la NBA se han abierto para la clase media del baloncesto europeo, que ha encontrado acomodo lejos del Viejo Continente. Antes, solo unos pocos elegidos tenían el privilegio de jugar en la mejor liga del mundo. Llegar allí era un éxito en sí mismo. Ahora, el mérito está en mantenerse y triunfar. «Desde hace unos años, la NBA ha puesto su foco lejos de Estados Unidos. Sus estructuras de “scouting” están muy asentadas en el extranjero y España es uno de los países que más visitan los ojeadores de las franquicias sin ninguna duda», apunta Guillermo Bermejo, agente NBA de You First Sports, una de las empresas de representación deportiva más importantes del mundo. Él sabe bien lo que un directivo de la NBA quiere cuando llama a su puerta preguntando por un jugador nacional. Un sello característico que casi todos llevan grabado desde jóvenes. «En cualquier franquicia conocen que el español es un jugador muy bien entrenado desde la base, con un gran conocimiento del juego y muy solidario», señala Bermejo. Cualidades valiosas en un baloncesto plagado de talento pero donde, a menudo, escasea el sentido colectivo.

«Desde hace unos años, la NBA ha puesto su foco lejos de EEUU y España es uno de los países que más visitan los ojeadores»
Guillermo Bermejo , agente de You First Sports

Desde dentro de los equipos, esa visión es muy parecida. El número de extranjeros ha crecido de manera gradual y esta temporada volverá a superarse el récord de foráneos en la NBA. Una de las franquicias que mejor ha entendido esa apertura de fronteras es Denver, en cuyo vestuario convivirán este año ocho nacionalidades distintas. Para ayudar a dirigir esa Torre de Babel estará Jordi Fernández, un español que llegó hace ocho años a Estados Unidos y que, tras hacer méritos en varios equipos, ha terminado como asistente de Michael Malone en los Nuggets. «En Estados Unidos, si trabajas bien tienes recompensa. Funciona así. Es la forma en la que yo he llegado a un banquillo NBA. En el caso del jugador español creo que ha sido algo parecido. Se han ido ganando el respeto de compañeros y del público y ahora mismo se les ve como una de las mejores canteras de baloncesto fuera de Estados Unidos», reconoce el catalán, mentor de Juancho Hernangómez en Denver. El técnico, el español que más lejos ha llegado en un banquillo NBA hasta el momento, cree que la «adaptación es clave» y que en ese sentido el jugador nacional suele tenerlo fácil por su carácter abierto y sencillo. «No ha sido solo una generación, porque después de los Gasol o Calderón, vinieron Rudy, Sergio Rodríguez o Ricky y ahora están los Hernangómez o Abrines. Los ojos seguirán estando en España, porque allí se fabrica un tipo de jugador que aquí gusta mucho. Un jugador inteligente, que entiende muy bien el juego y que no necesita de muchos balones para aportar cosas positivas al equipo», asegura.

«En España se fabrica un tipo de jugador que gusta mucho en la NBA. Un jugador inteligente, que entiende muy bien el juego»
Jordi Fernández , asistente de los Nuggets

Por primera vez en la historia, habrá diez nacionales en la mejor liga del mundo. Diez roles dispares. El pionero -con permiso de Fernando Martín- ha recuperado la ilusión después de cinco años agridulces. Pau Gasol ha fichado por los Spurs para volver a luchar por el anillo en un equipo de garantías donde será una pieza importante. Retirado Tim Duncan, el español está llamado a cubrir su hueco. Palabras mayores, aunque tratándose de Pau Gasol no hay nada imposible. San Antonio mantiene el bloque que le hizo campeón hace dos años y ha sumado piezas valiosas, aunque queda por ver si la magia de Popovich y el peso de los años no hacen mella en el reto mayúsculo de derrocar a los Cavaliers y a los incipientes Warriors de Curry y Kevin Durant.

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Un escalón por debajo estarán Marc Gasol (Grizzlies), Ibaka (Magic), Ricky Rubio (Timberwolves) o Mirotic (Bulls), todos ellos con aspiraciones de estar en los playoffs, pero con el sueño del anillo fuera del alcance. Más complicado se antoja el año para Calderón (Lakers) y Sergio Rodríguez (Sixers), llamados a encadenar derrotas con el único objetivo de brillar y hacer crecer a los jóvenes que tendrán a su alrededor. Realidades diferentes con una bandera común. Marca España al otro lado del Atlántico, donde cada madrugada tratarán de poner sobre la cancha las virtudes que han llevado a la canasta española a la meca del baloncesto mundial.

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