NBALos Hernangómez y Abrines, novatos sin complejos

Forman parte de la nueva generación de jóvenes españoles que crecieron viendo la NBA como parte de su mundo

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La vida de Willy Hernangómez en Nueva York es tranquila. Vive en White Plains, al norte de Manhattan, y apenas ha pisado la Gran Manzana para centrarse en los entrenamientos y hacerse un hueco en el equipo. De sus conversaciones con Rudy Fernández y Sergio Rodríguez sacó esa enseñanza y desde que aterrizó en los Knicks solo tiene en la cabeza un objetivo: triunfar en la NBA. Su carácter abierto le ha hecho ganarse el cariño de sus compañeros y ahora solo le queda hacer lo mismo con el exigente público del Madison Square Garden.

Algo parecido le ocurre a su hermano Juancho en Denver. Llegó allí este verano, casi por la puerta de atrás, pero se ha ganado la confianza del técnico y de sus compañeros a base de trabajo.

Durante la pretemporada ha sabido explotar sus virtudes y ha entrenado para pulir sus defectos. Camino hacia el éxito que en la liga americana suele ser más empinado para los europeos. Lo sabe bien Álex Abrines, el tercer nacional que debutará este año en la NBA. El exazulgrana, el más experimentado de los tres novatos españoles, ha hecho suya la misma receta que los hermanos Hernangómez y confía en aprovechar los minutos en cancha para ir creciendo dentro de ella y meterse en la rotación de Billy Donovan en Oklahoma City.

El trío de jóvenes españolespertenece a la nueva generación de talento que ha crecido viendo la NBA en la televisión y en los medios. Para ellos, la liga estadounidense no era un sueño, sino una realidad al alcance de la mano. Allanado el terreno por las generaciones anteriores, la machada ya no es llegar, sino hacerse un sitio y triunfar.

Su propio camino

«No tengo miedo a mi debut en la NBA. Soy ambicioso, me gustan los retos y ahora tengo uno por delante y quiero hacerlo muy bien», reconocía Willy Hernángómez hace unos días en una entrevista concedida a ESPN. Al «rookie» le comparan en su equipo con Marc Gasol, pero él prefiere centrarse en labrar su propia carrera en la NBA. «El salto ya no es tan grande como antes, pero sí que se nota. El hecho de haber visto la experiencia NBA por la televisión y de haber convivido con ella desde que eran niños, acelera el proceso de adaptación, aunque sigue siendo complicado», señala Guillermo Bermejo, agente de Willy Hernangómez.

El objetivo del pívot de los Knicks este primer año será el mismo que el de su hermano y Abrines: jugar minutos y hacerse notar en una liga plagada de egos y donde el juego colectivo es mucho menos importante que en Europa. El inicio suele ser duro y más en su caso. Ninguno llega respaldado por el draft ni por los focos de la Euroliga. Rostros anónimos cargados de confianza. Ideas claras y talento con la ilusión por las nubes.

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