Euroliga
Laso: «Parecía que íbamos al matadero cuando visitábamos el Palau»
El técnico del Real Madrid repasa para ABC sus recuerdos de los 500 partidos al frente del banquillo blanco, cifra que alcanzará hoy ante el CSKA en Moscú
A Pablo Laso le ha llevado siete años y medio llegar a 500 partidos como técnico del Real Madrid . Un periplo emocionante para él, en el que ha conseguido 13 títulos, incluida la deseada Copa de Europa conquistada en casa en 2015. En ese tiempo, el técnico vasco ha disfrutado de buenos y malos momentos , pero en todo momento ha sabido mantener la calma para no perder la dirección. Rumbo que enderezó cuando aterrizó en Chamartín en 2011 y que desde entonces no ha hecho más que acumular éxitos e instantes que han quedado guardados en su retina y que el propio Laso rememora para ABC solo unas horas antes de cumplir esos 500 encuentros.
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El debut en el Real Madrid
«Esta foto es de uno de los primeros que dirigí como entrenador del Real Madrid. El primero fue en Cáceres y éste creo es en Vitoria, en el Trofeo Diputación», recuerda. «Veo muchas caras conocidas y muy queridas para mí. A Nole (Velickovic), Tomic, Carroll, Pocius, Hugo López (su ayudante hasta hace unos años). Me recuerda a mi llegada al Real Madrid , son recuerdos muy buenos, de inicio de un proyecto ilusionante, con una situación complicada, pero con mucha confianza. Sabiendo que era un camino difícil, un reto mayúsculo... Tengo cara de concentrado, que es lo que toca en ese momento de un partido, que aunque fuera de pretemporada, yo lo viví como si fuera el más importante del año. Como hago con todos y como me gusta que hagan mis jugadores», explica.
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Copa del Rey 2012, el primer título
«No me gusta hablar de un encuentro en concreto, porque todos forman parte del camino, pero sí que este encuentro es único, porque recuerdo que veníamos de una situación muy complicada, casi eliminados en Euroliga y tras un mal partido en Bilbao. Era la final contra el Barcelona, con mucho ambiente en contra y sin mucha gente que creyera en nosotros. Lo más importante es que todos los que estábamos en el vestuario creíamos en el triunfo y ese triunfo significó mucho. Llevábamos 19 años sin ganar la Copa y parecía que cada vez que íbamos al Palau íbamos al matadero . Que nos iban a ganar, como pasaba casi siempre, y no fue así. Tenemos muchas anécdotas que aún recordamos de ese día, lo que lo hace aún más especial. Uno de los utilleros, el día de antes de la final, comentó algo sobre el partido que luego terminó pasando, y en plena celebración me recordaba lo acertado que había estado en su pronóstico», recuerda el técnico sobre el título de Copa del Rey conquistado en el Palau Sant Jordi en 2012 .
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La ansiada Euroliga de 2015
«Un título especial, por lo mucho que lo buscamos. Este abrazo a la copa significa mucho, porque haces tuyo por fin algo que has buscado durante mucho tiempo. Que has trabajado duro para conseguirlo, con días buenos y malos. Fue un día muy feliz . Ganar la Copa de Europa en casa, con el apoyo de tu gente fue fantástico. No pensaba cuando empecé a entrenar, ni siquiera cuando llegué al Real Madrid , que podría ganar una Euroliga, y por eso ese es un día que yo y todos los madridistas recordaremos durante mucho tiempo», señala a ABC.
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Sus «compañeros» de viaje
«Tengo un amigo que me dice que lo de fuera siempre parece mejor, pero muchas veces tienes que abstraerte de eso y pensar en lo que tienes tú en casa, ayudarle a que crezca y a hacerlo mejor. Eso es algo que tenemos clarísimo y en esa función de crecimiento del grupo, de ayuda a los jóvenes y a los nuevos, Llull, Carroll y Reyes han jugado y juegan un papel especial. Son los tres jugadores que me han acompañado durante estos siete años.
A Carroll quise ficharle cuando estaba en San Sebastián y no lo hice porque pensé que era muy bajito. Así que mira si se equivoca Pablo Laso a veces. No me cuadraba y luego he pasado junto a él siete años maravillosos aquí en Madrid.
Felipe (Reyes) , simplemente, es el Real Madrid. Todavía hay jugadores que llegan aquí en su primer día y se sorprenden de cómo entrena. Para él no hay días libres. Tiene la misma intensidad que cuando llegó aquí. El día de descanso se lo tengo que dar yo, porque sino, no pararía.
Y con Llull , en la primera temporada, tuve que aguantar muchos palos por ponerle como base. Me decían que dónde iba con él y con Sergio Rodríguez como bases y luego mira el crecimiento que han tenido los dos. Yo a Sergio le había visto mucho y sabía que podía ser un gran base, como luego ha demostrado», apunta el técnico.
