Los mejores profesionales no tienen amigos en la pista, pero si han pasado tantos años compartiendo luchas por la victoria dentro del campo también se genera un respeto mutuo por el buen hacer del contrario. Les pasa a LeBron James y Kobe Bryant . Después de tantas disputas por el balón, la cordialidad y el respeto se mezclaron en un cariñoso abrazo de despedida.
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