Waterpolo

El waterpolista de la selección Víctor Gutiérrez sale del armario

El jugador de la selección dice en la revista Shangay que espera que su mensaje rompa un tabú dentro del deporte

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Afronta con firmeza que los rivales le den patadas y golpes por un balón. Ahora, Víctor Gutiérrez también afronta con confianza que su mensaje sirva de ayuda para muchas otras personas. El waterpolista se ha abierto en la revista Shangay y ha declarado públicamente su homosexualidad.

«Espero que mi salida del armario sirva para romper un tabú dentro del deporte», indica el boya de la selección nacional. Quiere que su mensaje positivo cale en la sociedad y también entre los deportistas. En su entorno todos saben de su homosexualidad y quiere que la naturalidad sea la norma también fuera de su familia y amigos. «Llevaba pensando hacerlo bastante tiempo, pero no me veía con la madurez necesaria, ni deportiva ni personal.

Ahora estoy viviendo de una manera tan positiva mi sexualidad que he sentido la responsabilidad de compartirlo con los demás», señala el deportista.

Víctor, que espera formar parte de la lista del seleccionador Gabi Hernández para los juegos olímpicos de Río de este verano, afirma que en su entorno deportivo también ha tratado el tema con la más absoluta normalidad. «Nunca me he sentado con el presidente de mi club, el entrenador y los compañeros para decírselo. Pero cuando estás en un equipo de élite, convives con muchas personas con las que estrechas lazos, y con ellos siempre he compartido mi vida. Pero sin ser nunca abanderado de nada».

En sus años como profesional, Víctor admite que nunca ha tenido compañeros gays. «A nivel de élite no conozco ninguno, pero los habrá. Las cosas serían más fáciles si grandes figuras del deporte dieran ese paso adelante, sobre todo en los deportes más mediáticos, fútbol o baloncesto». Sin embargo, también admite que en las gradas es frecuente escuchar comentarios homófobos. «Mis compañeros me miran enseguida para hacerme saber que lo ven patético y fuera de lugar. No pretendo que todo el mundo piense como yo, pero que al menos me respeten».

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