La nadadora china Fu Yuanhui admitió no haber nadado bien en Río 2016 tras bajarle el periodo
La nadadora china Fu Yuanhui admitió no haber nadado bien en Río 2016 tras bajarle el periodo
Medicina y deporte

Cómo afecta el ciclo menstrual en el deporte de élite

Las fases ovulatorias afectan al rendimiento de las deportistas, sobre todo en la prerregla y la regla

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Abrazaba su propio cuerpo, recogido el estómago para ahuyentar el frío, los nervios y algo más. Fu Yuanhui hizo una mala carrera en el 4x100 en los Juegos de Río 2016, y su respuesta fue tan natural como natural era lo que le ocurría: «He nadado mal, estaba más cansada, me vino el periodo ayer». No son solo sensaciones, también datos, los que corroboran que los cambios hormonales del ciclo menstrual infieren en el rendimiento de las deportistas de élite. Con más o menos duración, con más o menos intensidad. A todas. En cualquier momento. Aunque toque la final del 200 mariposa o la de Roland Garros. No se olvida ni se trata de evitar, solo de conocerlo, adaptarlo, superarlo, controlarlo, usarlo a favor.

Lo explica Alberto García Bataller, profesor del INEF de Madrid y entrenador de la triatleta Ana Burgos. Comenzó sus pesquisas en la Federación de Natación, al entrenar al grupo que iría a Seúl 88. «A un par de chicas no les fue tan bien como yo pensaba y coincidió que estaban con la regla. Pregunté a ginecólogos, aunque me costó mucho encontrar a uno que supiera y que le importara el tema», reconoce. A partir de ahí, investigaciones, estudios y comprobación de datos en las deportistas a las que entrenaba: primero nadadoras, después en triatletas. Densiometrías, pruebas de esfuerzo, análisis... El resultado: las hormonas afectan todos los días del ciclo. De una forma negativa unas veces, y no tan negativa otras.

«Una mujer no es la misma el día 1 que el 15 que el 25. El estrógeno y la progesterona varían a lo largo de las cinco fases del ciclo: es en la prerregla y la regla donde el rendimiento se ve más afectado», prosigue García Bataller. Desde los años 60 existen estudios que indican que el cuerpo de la mujer, en estos días, experimenta una pérdida de hierro y de glucógeno -las reservas de glucosa que permiten al cuerpo rendir-, lo que puede empeorar sus resultados en fuerza y velocidad. «Hemos comprobado que la frecuencia cardíaca en reposo aumenta entre 5 y 15 latidos por minuto, y que pierde capacidad de recuperación. Si esto lo llevas al campo de fútbol o de rugby, a una jugadora que tenga que correr dos esprints seguidos el segundo le costará más». Además, aumenta el peso por la retención de líquidos provocado por una mayor presencia de sodio. También sube la temperatura corporal y la motilidad gástrica (movimiento del sistema digestivo), que puede provocar problemas gástricos en pruebas largas. «Hay una disminución de fuerza y velocidad en fondistas y nadadoras. El equipo sueco de natación de 1963 empeoró un 50 % sus resultados en estas fases», argumenta.

Por si no afectara suficiente, el nivel de hematocrito disminuye, como el de linfocitos, lo que debilita el sistema inmune y aumenta la posibilidad de coger virus y catarros. Además, los estudios identifican esta etapa de la regla con una mayor propensión a las lesiones óseas. En 2006, en la estación de esquí de Sierra Nevada, el 65 % de las lesiones de rodilla fueron de mujeres; de ellas, el 77 % tenían la regla. Todo, sin contar los cambios de humor ni los dolores que algunas mujeres padecen con más intensidad que otras. «Son las hormonas, que modifican todas las acciones del cuerpo. No se trata de evitar estas variaciones, pero si se estudia y se tiene en cuenta las deportistas pueden estar más tranquilas, prever lo que les va a suceder y trabajar en función de ello», completa el profesor.

No es excusa

«Es un tema que tratamos con normalidad, y a veces me piden no entrenar o hacerlo con un ritmo más bajo, o han tenido que salir en mitad de la jornada. Están más sensibles a los resultados que tengan o incluso a una frase que podamos decirles. Pero nunca lo ponen de excusa. Incluso se han ganado medallas con la regla. En cambio, en los días posteriores, me comentan que se sienten más fuertes para entrenarse», explica Jordi Jou, entrenador de, entre otras nadadoras, Jessica Vall, bronce mundial en Kazán 2015.

En la fase posmenstrual, cuando el estrógeno sube, la deportista es capaz de soportar mayores cargas de trabajo. «Hay investigaciones que concluyen que la mujer tiene mayor fuerza en toda la musculatura torácica. En 2015, se demostró que las que concentran sus entrenamientos de fuerza en este momento mejoran más que las que lo hacen sin tener en cuenta este dato», añade García Bataller. Es en estos días cuando las sesiones de entrenamiento pueden ser todo lo fuertes que se quiera. La mujer aguanta mucho más y mucho mejor. Pero para aprovechar del todo esta situación, es importante que llegue a este periodo con el descanso adecuado. Y solo se consigue si se tiene el control de estas varaciones hormonales.

«Si sabes que existe este ciclo hormonal y cómo funciona, lo utilizas a tu favor para ser más efectivo en la preparación -incide García Bataller-. El plan de entrenamiento de Mireia Belmonte está hecho para ella, un portento de la genética y el trabajo. Y los chicos van detrás. Pero el deporte sigue masculinizado y los planes suelen estar dirigidos a los hombres. Las mujeres pierden días de entrenamiento porque no se respeta su ciclo», subraya. Tras la ovulación, la deportista entra en una fase en la que no responde tan bien a las actividades de alta intensidad. Sin embargo, sigue fuerte en acciones de baja intensidad, pero duración alta. No obstante, conforme pasan los días, se pierde capacidad respiratoria y la relaxina hace que los ligamentos no sean tan seguros como en otros periodos, lo que puede producir más lesiones en las rodillas o los tobillos.

Con los ginecólogos se puede valorar la opción de retrasar o adelantar la regla -nunca eliminarla- para que no coincida con el torneo: evita dolores, incertidumbre, cambios de humor y estar pendiente de otra cosa que no sea la competición. «Se nota enseguida quién está con la regla. Suben de peso, hay más fallos técnicos, más sensibilidad. En gimnasia rítmica no se nota tanto la falta de fuerza, pero deben estar pendientes de que no se les note nada a través del maillot», apunta Sara Bayón, entrenadora de la selección nacional. Un estrés al que ya están acostumbradas como mujeres, corroboran tanto Bayón como Jou, pero que también, en esos detalles puede estar una final o una medalla. Las hormonas también juegan en el deporte de élite. Aunque en España, como en muchos otros países, no es un tema del que se hable demasiado. Steffi Graf lo citó por encima tras perder contra Arantxa Sánchez Vicario en Roland Garros en 1988, y Martina Navratilova también dejó una frase sobre el tema: «Cuando estoy con la regla me resulta muy difícil concentrarme»; ya en 2015 la tenista Heather Watson comentó de forma velada el bajón anímico tras un partido: «cosas de chicas», espetó. Aunque todavía no se ha tratado este tema con naturalidad. Cuando es lo más natural para la mujer, deportista o no.

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