Kickboxing

Jonay Risco humaniza a Buakaw Banchamek y retiene el cinturón de Enfusion

El luchador canario logra imponerse por decisión unánime a una leyenda del muay thai y del kickboxing, con más de 230 victorias en su casillero, y mantiene el título de los 70 kilos

El luchador canario Jonay Risco celebra una victoria TITAN CHANNEL
Álvaro G. Colmenero

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El luchador canario Jonay Risco lleva tiempo llamando a la puerta del olimpo del kickboxing. Pero este viernes ha logrado escribir su nombre en la universalidad de este deporte al defender el cinturón de Enfusion , una de las mejores organizaciones, por decisión unánime frente al tailandés Buakaw Banchamek , una leyenda en activo que atesora más de 230 victorias y por la cual se cuentan por millones los seguidores que se han hecho adeptos a este arte marcial a tenor de su carisma y su extraordinario modo de batallar. Risco ha humanizado a Buakaw , un peleador de otro planeta con una perfección técnica innegable y que ahora ha sucumbido ante los embates y la estrategia superlativa del tinerfeño.

Como es lógico en uno de los mejores peleadores de la historia, Buakaw partía como favorito, por ello, este mágico triunfo toma el estatus de campanada antológica, aunque no por la trayectoria del español, que ostenta cinco campeonatos de España y tres títulos mundiales y en su casillero reposan victorias contra luchadores de la talla de Andy Souwer. «Estoy súper contento y súper orgulloso, no tengo palabras para decir lo que sentí esta noche», ha relatado a ABC el tinerfeño mientras asimilaba el mayor triunfo de su carrera y con el teléfono todavía echando humo por la empresa conquistada.

Risco entró al cuadrilátero del auditorio Du Forum de Yas Island en Abu Dhabi para medirse cara a cara a la leyenda. Sin complejos. Al intercambio. Trazando la línea de fuego. Cocinando una victoria que ni los «low kicks» del mediático tailandés iban a poder frenar. «Había hecho un trabajo muy duro, habíamos entrenado muy bien y sabía que podíamos dar la sorpresa », argumenta el español. «Quería ver cómo pegaba con sus manos porque venía de noquear a rivales y me sorprendió que noqueara tan fácil y por eso quería probar su potencia».

La valentía de Risco se hizo patente a medida que transcurrieron los asaltos. El buen manejo de las extremidades superiores, los grandes bloqueos, la pericia estratégica y el manejo del «timing», unidos a una notable agresividad, propiciaron que la balanza se decantase hacia el lado del español. Siempre es una compleja aventura ganar fuera de casa y más frente a un guerrero de leyenda . «Sabía que de ritmo, de cardio y de ganas no me iba a ganar», remarca. Este hito dentro del deporte de contacto no ha hecho que el luchador nacional levante los pies de la tierra. «Hay que respetar a la leyenda. Es un fuera de serie, muy bueno y una persona muy humilde», le regala. Risco regresa a Canarias con el cinturón abrochado, pensando cuál será su próximo obstáculo que derribar a golpe de trabajo. Promete seguir conquistado el mundo subido en un cuadrilátero.

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