Hombrados: «Este punto nos hace grandes»

Laura Marta

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08/12/2017
Actualizado a las 15:56h.

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Comparte espacio para entrenar con fútbol sala o cualquier otra actividad. Tiene un presupuesto que no llega a medio millón de euros. La mayoría de sus jugadores compagina el balonmano con trabajos de los que vivir. Hay ingenieros aeronáuticos, estudiantes de odontología y entrenadores de equipos de categorías inferiores . Pero hoy son el club que consiguió un imposible: empatar con el Barcelona. Un punto arrancado a los azulgranas, que encadenaban 133 victorias en la Liga , desde el 31-33 con el Naturhouse La Rioja, el 18 de mayo de 2013. Cuatro años y medio.

«Es un punto histórico, lo hemos celebrado muchísimo», contó Chema Márquez a ABC. Tuvo en sus manos la oportunidad de multiplicar la hazaña por diez, pero su disparo final lo atajó Gonzalo Pérez de Vargas. «Pero no quiero manchar la alegría que tengo ahora por eso», confirmó.

«No he celebrado tanto un empate en mi vida. Es un punto con el que hemos logrado hacer terrenal y humano al Barcelona, y a nosotros nos ha hecho grandes. Y eso que ni siquiera ganamos. Pero han sido más de cuatro años en los que lo han intentado muchos equipos», confirmó el veterano José Javier Hombrados . «Siempre que toca partido contra el Barcelona intentas ser competitivo, a ver hasta dónde llegas, hasta dónde aguantas: cinco minutos, diez minutos... que no sea una sangría, pero sí que sueles mirar ya de reojo la siguiente jornada», afirmó el entrenador César Montes . «Siempre piensas que son dos puntos que para conseguirlos se tienen que alinear todos los astros», dice Márquez.

Es lo que ocurrió en un abarrotado pabellón David Santamaría. Fue el Quabit Guadalajara quien se impuso al gigante, y quien ha tomado impulso desde hoy para liderar la revolución de los humildes contra el ganador de todo, el coleccionista de títulos, un presupuesto de unos ocho millones de euros , el equipo por el que todos suspiran porque supone un oasis en el pobre panorama profesional de este deporte en España. En Guadalajara no se juega por un salario estratosférico , ni siquiera por un sueldo con el que poder vivir. En el Guadalajara, como en buena parte de los clubes del territorio nacional, se juega por conveniencia: está cerca de Madrid y muchos de sus integrantes trabajan o estudian allí y se trasladan por la tarde para entrenarse. « Nuestro presupuesto entero son dos o tres jugadores suyos », se resigna Hombrados, de 45 años. Pero no lo hizo en la pista, en la que en ningún momento bajaron los brazos ni dieron el encuentro por perdido. «Ni siquiera cuando íbamos seis abajo y ellos estaban muy finos al ataque. Mediada la segunda parte nos reenganchamos, la gente creyó y confió, y pudimos competir hasta el final contra un equipo de época», explica Montes.

Esperan que este empate sea también un punto de inflexión en la dinámica de la Liga, y que trabajarán por convertir en rutina: que todos los equipos de la Asobal puedan ganar a todos los equipos. «Somos conscientes de que hemos hecho algo que nadie había hecho en más de cuatro años, ni robarle un empate. Es algo muy especial para nosotros, pero también es una señal de que el balonmano se está recuperando. Pasamos de ser profesionales a serlo solo algunos clubes, pero ya vuelve a haber muchos equipos luchando en Europa», prosigue Montes. «Frenar la racha del Barcelona significa que todos los equipos puedan empezar a pensar en que se puede puntuar , que pueden fallar y esto pone la liga más emocionante que nunca», comenta Márquez. «Ojalá no tarde tanto en ocurrir otra vez, porque significará que hemos ganado en competitividad», completa Hombrados.

Han acabado con una hegemonía de triunfos tremenda -133 victorias- que dice también muchísimo de la ambición del Barcelona. Nunca es bastante para su hambre de éxitos: cinco Ligas, cuatro Copas del Rey y seis Supercopas de España consecutivas en estos cuatro años y medio de esplendor. Tampoco ahora, pues algunos de los jugadores han degustado el sabor de un empate por primera vez en su vida profesional con la camiseta azulgrana. «Lo que hacen es impresionante», corrobora Márquez. «Yo fui un poco aguafiestas porque después del partido, en el corrillo, los felicité, pero enseguida les dije que si no ganábamos al Zamora este punto no serviría de nada », regresa Montes a la realidad. «Somos los mismos antes que después del partido. Hay que seguir», ataja Hombrados. Pero son el equipo que lograron el punto imposible.