Golf | Masters de AugustaLos verdaderos motivos del éxito de Sergio García

Sergio García ya tiene un «Major» en su palmarés. El Masters de Augusta conquistado este domingo por el español le sitúa entre los mejores jugadores del mundo y pasa a formar parte de la leyenda del torneo. Han tenido que pasar 18 años desde que un joven jugador, mejor amateur del torneo, diera el paso y lo conquistara ya como profesional. Una transformación lenta, con altibajos, que ha conseguido su recompensa el pasado fin de semana.

Sin duda, la llegada de Angela Akins a su vida ha supuesto un elemento diferenciador. La calidad ya la tenía, pero a Sergio García le faltaba tener constancia y tranquilidad en los momentos clave. Algo que su estabilidad con Akins le ha aportado y que fue fundamental para superar a Justin Rose en el desempate del Masters.

Ahí, Sergio exhibió su puntería con el putt. Quizá la suerte del golf que más le costaba y que se afanó en mejorar en los últimos tiempos. El español cambió hace meses de putter y la transición no le ha podido ir mejor, ya que fue con ese palo con el que logró el título en Augusta.

En otros tiempos, los dos bogeys cosechados en los hoyos 10 y 11 hubieran acabado con Sergio García, pero ahora es diferente. El castellonense ha aprendido a convivir con el error. A interiorizarlo y hacerlo suyo. Como una especie de ayuda para golper la siguiente bola. Solo así se entiende que García resurgiera tras ese socavón para llevarse el triunfo final.

También ha contribuido a su éxito l a irrupción de nuevos talentos que han desviado la atención. En su rueda de prensa previa al Masters apenas había micrófonos. Pocos confiaban en su triunfo, algo que, lejos de enfadarle, le ayudó a encarar el torneo sin presión.